La historia del niño de 12 años que está a punto de entrar en la universidad y quiere trabajar en la NASA
Curiosidades. Mientras algunas personas necesitan toda una vida para descubrir su vocación, otras cambian el rumbo de su carrera tal es el caso de Juan Sebastián Andrés Pérez Riaño, el cual es un ejemplo profesional con 50 años e incluso los hay que nacen sabiendo para qué están hechos y a que quieren dedicar el resto de sus días.
El último en demostrarlo ha sido Juan Sebastián Andrés Pérez Riaño, un niño de 12 años que a su corta edad ya ha sido avanzado de curso varias veces e incluso está a punto de entrar en la universidad, donde espera obtener los conocimientos necesarios para poder trabajar en la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).
Sin embargo, Pérez Riaño empezó a destacar desde muy pequeño, de hecho con solo seis meses ya separaba los objetos por formas y colores. No solo eso, a medida que iba creciendo vio que no le gustaba jugar con niños de su misma edad y tampoco disfrutaba con programas animados infantiles, en su lugar prefería los canales Discovery Chanel y Animal Planet.
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Los libros y los documentales de diferentes ámbitos fueron su pasatiempo favorito, por lo que a nadie le pilló por sorpresa que a los 4 años ya supiera leer, escribir, sumar, restar y las tablas de multiplicar. Un hecho que provocó que rápidamente lo avanzaran de curso.
Pérez Riaño ha sido avanzado de curso hasta tres veces y es que las capacidades del pequeño eran tan evidentes que fue avanzado de curso hasta en tres ocasiones, provocando que con solo 12 años el pequeño ya curse el grado número 11 en el Colegio Campestre Andino de la localidad de Yopal, capital del departamento de Casanare, donde está becado por su buen rendimiento académico.
Ahora, Pérez Riaño está a punto de empezar la universidad y solo desea que con sus estudios logre cumplir su sueño: trabajar en la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de EEUU (NASA). Según recoge el diario colombiano El Tiempo, el joven tiene el deseo de que los aviones sean más rápidos y seguros, y crear una aeronave que traspase la atmósfera para hacer turismo.
Sin duda, a su corta edad, el joven ya tiene unos sueños muy ambiciosos y una carrera muy prometedora. Si todo avanza según lo previsto, en unos pocos años el joven ya podrá presumir de trabajar en la agencia espacial estadounidense, pionera en el futuro de la exploración espacial y descubrimiento científico.
REDACCIÓN: KATERIN RUBÍ
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