Conocido también como semilla de sésamo, el ajonjolí proviene de la planta llamada Sesamum indicum, y se caracteriza por su gran valor nutricional, siendo rico en proteínas, ácidos grasos insaturados, calcio, magnesio, vitamina E y fibras.
Existen diversas variedades de estas semillas, pudiéndose encontrar blancas, negras, amarillas, grises, marrones y rojas, dependiendo de la región donde sean cultivadas, las cuales se pueden consumir al natural, tostadas, en ensaladas o en preparaciones, como pan, galletas y salsas.
El ajonjolí aporta diversos beneficios para la salud, que incluyen:
Reducir el colesterol
Las semillas de ajonjolí contienen fibras solubles y compuestos como la desamina y los fitoestrógenos que ayudan a reducir el colesterol LDL, llamado malo y triglicéridos en la sangre, a la vez aumentan los niveles de colesterol HDL, llamado bueno, de esta manera mantienen el organismo saludable y previenen enfermedades cardiovasculares como aterosclerosis, accidente cerebrovascular e infarto de miocardio.
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Controlar la presión arterial
El ajonjolí es rico en ácidos grasos y vitamina E, los cuales aportan propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que actúan aumentando la relajación de los vasos sanguíneos, ayudando a reducir la presión arterial, pudiendo ser un alimento recomendado para ayudar en el tratamiento de la hipertensión arterial.
Reducir la el estreñimiento
Esta semilla contiene líganos, un tipo de fibra soluble que ayuda a aumentar el volumen de las heces, facilitando el tránsito intestinal, mejorando así la salud del intestino y ayudando en los problemas de estreñimiento.
Favorecer la pérdida de peso
Las semillas de ajonjolí son ricas en proteínas, grasas y fibras, las cuales aumentan la saciedad entre comidas, disminuyendo así la ingesta de calorías, ayudando a controlar y disminuir el peso, siendo un buen alimento para incorporar en dietas para adelgazar.