Esta celebración es más conocida por la Pascua, aunque en lengua castellana acostumbramos a decir la expresión «Semana Santa« para referirnos a estas fiestas, en el resto del mundo son más conocidas como simplemente «Pascua».
El término proviene del hebreo y, a grandes rasgos, se lo podría traducir como el «término del ayuno» que se da durante la cuaresma, sin embargo, solo hace referencia al domingo de Resurrección, mientras que la «Semana Santa» abarca también las celebraciones durante los días anteriores.
De igual manera, la Cuaresma es anterior a las religiones abrahámicas, pero en la actualidad celebramos la Pascua coincidiendo con el término de la Cuaresma, esta en realidad es un periodo de ayuno anterior a todas las religiones abrahámicas, es decir, el judaísmo, el cristianismo y el islamismo.
Se cree que la Cuaresma era un periodo de unos cuarenta días de invierno durante el que se prohibía el consumo de carne, coincidiendo con la época del año en la que nacía la mayoría de los corderos.
El sabor del cordero recién nacido es particularmente tierno, pero su tamaño hace que a duras penas alcance para alimentar a una familia, sacrificar un cordero cuarenta días después permitía alimentar a muchas más personas y dejar vivo al resto de corderos, esta tradición posteriormente fue adoptada por el judaísmo y el cristianismo, y así ha llegado hasta nuestros días.
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Por otra parte, La Isla de Pascua lleva su nombre por la Semana Santa, seguramente te habrás preguntado más de una vez por qué la Isla lleva este nombre.
Fue descubierta para Occidente por parte del neerlandés Jakob Roggeveen, que partió desde la isla de Texel, y descubrió el lugar el 5 de abril de 1722, coincidiendo con la Pascua de Resurrección, de ahí su nombre.
Además, los huevos de Pascua también son precristianos, y muchas personas se preguntan qué tienen que ver los huevos de Pascua con la crucifixión de Jesús, ya que parecen dos símbolos bastante antitéticos.
Sin embargo, todo encaja mucho mejor si se considera el contexto al que se asocia la Semana Santa como la festividad que celebra el fin de la Cuaresma.
Como decíamos antes, la Cuaresma celebra el fin de un periodo de ayuno en el que no se puede comer carne y, en algunas culturas, esto también impedía el consumo de los huevos de ciertas aves.
Al finalizar la Cuaresma, era costumbre decorar huevos de ciertas aves especialmente deliciosas y regalarlos o comerlos en familia durante la Pascua.