Una empresa nueva de Francia mostró en el CES 2024 un robot que puede hacer masajes.
Tiene algo parecido a un brazo o pierna que imita cómo los masajistas profesionales trabajan.
Su plus es que el robot puede adaptar el masaje a cada persona, porque tiene una herramienta que crea imágenes tridimensionales del cuerpo del paciente para entender mejor sus necesidades.
De acuerdo con la empresa, el robot se define como un “un brazo robótico masajeador, con una “palma” que tiene una textura similar a la mano humana”.
Además, poco necesita de intervención humana para que funcione. Basta con que la persona siga un par de instrucciones para activarlo y el robot hará el resto.
Esto sucede debido a que integra una tecnología capaz de realizar de escanear el cuerpo para identificar cuáles son los puntos de tensión. Hecho esto, la palma robótica inicia el masaje.
El propósito de esta tecnología es ayudar a personas que tienen problemas musculares y que actualmente no reciben la atención suficiente debido a la alta demanda de los servicios médicos o por falta de accesibilidad debido a la escasez de tiempo y dinero que implica realizar terapias de este estilo.
Eyssautier, director de la empresa que fabrica estos robots, menciona que “el 70% de las personas sufren dolor de espalda y el 60% experimentan estrés. Es imposible abordar un problema tan masivo solo con nuestras manos, simplemente no podemos hacerlo. Pero los robots y la inteligencia artificial pueden ayudarnos a abordar este problema ante la población”.
No obstante, en su página web señalan que el robot no reemplaza a un profesional médico o un especialista en bienestar. El dispositivo es “un complemento”.
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Retos del robot
Uno de los retos más significativos es la aceptación por parte del público y los profesionales del ámbito de la salud.
Existe la posibilidad de que algunos pacientes y terapeutas puedan sentirse escépticos sobre si un robot puede proporcionar un servicio tan personalizado y eficaz como un ser humano.
Asimismo, la precisión y la capacidad de adaptación del robot a las necesidades individuales de los usuarios será crítica, y cualquier fallo en este aspecto podría afectar su utilidad percibida.
La seguridad es otra preocupación importante: el robot deberá demostrar que puede operar sin causar daños, especialmente cuando aplica presión en el cuerpo humano.
La regulación y la certificación son aspectos cruciales. El robot tendrá que cumplir con las normativas de dispositivos médicos y de salud, pasando por estrictos procesos de prueba y aprobación.
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