Una enfermera de Pensilvania que administró dosis letales o potencialmente letales de insulina a múltiples pacientes se declaró este jueves culpable de tres cargos de asesinato y otros cargos.
Heather Pressdee desempeñó un papel en la muerte de al menos 17 pacientes que vivían en cinco centros de salud, las víctimas tenían edades comprendidas entre los 43 y 104 años.
Los compañeros de trabajo de Pressdee se cuestionaban a menudo su comportamiento y dijeron que de ella se mostraba frecuentemente desdén por sus pacientes. Además, agregaron que la condenada solía hacer comentarios despectivos sobre ellos, según declararon las autoridades.
Pressdee se declaró culpable de tres cargos de asesinato en primer grado y 19 cargos de intento de asesinato, una investigación más exhaustiva condujo a docenas de cargos más en su contra
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Durante una audiencia, en la que discutió con sus abogados, Heather indicó que quería declararse culpable.
Se esperaba que la audiencia de declaración de culpabilidad durara hasta el viernes porque varias personas querían dar declaraciones sobre el impacto de las víctimas, indicaron los funcionarios.
Pressdee tenía un historial de haber sido “disciplinada por comportamiento abusivo hacia los pacientes y/o el personal en cada instalación, lo que resultó en su renuncia o su despido”, dijeron los fiscales en documentos judiciales.
Las acusaciones en este caso describen el cruel abuso de pacientes increíblemente vulnerables por parte de una enfermera profesional, aclaró el fiscal general en un comunicado.
Como indican los cargos, estos fueron actos deliberados e intencionales perpetrados por un cuidador en quien se confiaba para cuidar.