Durante las fiestas navideñas, las casas se inundan con el delicioso aroma del asado, algún menú frío y el infaltable pan dulce. Por eso, es inevitable que nuestras mascotas nos sigan cada una de nuestros movimientos en la cocina, lo que significa que debemos estar más alertas que nunca para evitar que coman en exceso, o que coman algo peligroso.
¿Cómo incluir a nuestras adoradas mascotas en la festividad culinaria sin comprometer su salud y felicidad? El ingeniero zootecnista y especialista en nutrición animal, Jesús Pisco, nos brinda una valiosa lista para tener en cuenta cuáles son los alimentos que nuestras mascotas pueden ingerir, y cuáles son los alimentos que no deben tener contacto con nuestro engreído.
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Los alimentos que sí podés darle a tu mascota (en modestas cantidades)
- Carnes sin sazonar (pavo, cordero, cerdo, pollo, etc.).
- Tubérculos (papa, camote).
- Verduras frescas de ensaladas (lechuga, tomate, zanahoria, betarraga).
- Frutas (manzana y pera sin corazón, blueberries, sandía, piña).
- Arroz (blanco o integral).
Qué alimentos no debés darle a tu mascota:
- Mucho cuidado con los huesos.
- Chocolate y café.
- Postres navideños (pyes, puddings, pasteles, queques, etc.).
- Alcohol (champagne, vino, cerveza, etc.).
- Cebolla y ajo.
- Pasas, uvas, aceitunas.
- Palta.
- Alimentos con levadura que pueden ocasionar gases.
- Las sobras de la comida.
- Plantas navideñas (muérdago, acebo, flor de pascua).
“Es importante resaltar que un mismo alimento puede no causarle nada a una mascota, pero puede ser perjudicial hasta letal para otra”, explica Jesús Pisco.
“Antes de intentar darle de comer, consúltalo con un nutricionista especialista, que te pueda dar una idea de qué alimento darle y cuánto puede recibir, dependiendo de las condiciones de salud de tu mascota (peso, edad, historial veterinario), y qué está acostumbrada a comer”, agrega el experto.
Finalmente y no menos importante, hay que recordar que, ante cualquier emergencia, debes contactar a tu veterinario de cabecera. “Se debe tener a la mano un contacto, ya que no todos los veterinarios trabajan en fechas festivas, y no todos atienden emergencias”, aconseja Pisco.