Elegir el atuendo adecuado para usar en cualquier evento real es de suma importancia, es por ello que aquí te mostramos como lucieron los invitados a la coronación de Carlos III.
Entretenimiento.- Una lluvia incesante en Londres no ha ocultado el brillo de la coronación del rey Carlos III en la Abadía de Westminster a la que han acudido numerosos representantes de Casas Reales, donde no han faltado guiños diplomáticos y donde las señoras han iluminado el acto con tonos pastel.
El blanco en todas su declinaciones ha sido el color elegido por la mayoría de las damas vinculadas a la monarquía británica, mientras que el rosa y azul han sido los tonos más habituales entre las invitadas.
“Han bordado la etiqueta requerida en este acto- traje corto para las mujeres y tocado para una ceremonia religiosa aunque algunas señoras haya optado por elementos más voluminosos”, comentó María de la Serna, especialista en protocolo y relaciones institucionales.
Mucho se ha hablado de las desviaciones de la tradición para la coronación del rey Carlos III y esto se extendió a los códigos de vestimenta de los invitados. Atrás quedaron las solicitudes de que los asistentes usaran túnicas elegantes o atuendos ceremoniales a favor de una apariencia más relajada y recortada.
Los miembros de la familia real, sin embargo, llegaron con ropa tradicional. El príncipe de Gales vestía un uniforme de gala ceremonial de los guardias galeses, mientras que la Princesa de Gales lucía resplandeciente con sus túnicas oficiales, sobre un vestido de crespón de seda color marfil de Alexander McQueen salpicado con motivos de rosas, cardos, narcisos y tréboles bordados en lingotes de plata que simbolizaban los diferentes naciones del Reino Unido.
Kate también llevaba un par de aretes de perlas engastados en diamantes, que una vez pertenecieron a la princesa Diana, así como un lujoso tocado de plata en forma de laurel de lingotes de Jess Collett y Alexander McQueen.
En la coronación de esta mañana, la princesa Charlotte lucía un McQueen similar, a juego con su madre con un look de crepé de seda blanca y un bordado floral satinado idéntico, como así como un tocado de plata similar.
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El atuendo de la reina consorte tuvo un guiño a la tradición al tiempo que incorporaba toques más modernos y personales. Al llegar a la Abadía, Camilla vestía una túnica de Estado de terciopelo carmesí y armiño. Debajo, su vestido de coronación bordado en marfil, plata y oro, un diseño cuajado de diamantes y bordados florales, algunos de ellos vinculados a símbolos de la corona británica. era del diseñador británico Bruce Oldfield.
La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, usó un traje de falda azul bígaro de Ralph Lauren con un lazo para el cabello a juego y estuvo acompañada por su nieta Finnegan Biden, con un elegante vestido de capa amarillo pálido de Markarian, en lo que podría verse como un guiño sartorial para mostrar solidaridad con Ucrania.
El giño a Ucrania cobra cierta credibilidad ya que dentro de la Abadía, la pareja estaba sentada junto a la Primera Dama de Ucrania, Olena Zelenska, con un vestido y un abrigo azul hielo.
La actriz británica y estrella de «Love Actually» Emma Thompson llegó a la ceremonia con un abrigo monocromático con estampado de rosas rojas de Emilia Wickstead, complementado con su medalla Dame Commander of the Most Excellent Order of the British Empire (MBE).
Por su parte, Katy Perry (programada para encabezar el concierto de coronación en Windsor este domingo) optó por un traje de falda rosa y una gargantilla de perlas de Vivienne Westwood, la difunta diseñadora británica, que murió en diciembre de 2022. El diseño distintivo del collar también puede ser un guiño al legado de moda de la reina Camila. Camila tiene numerosas piezas de perlas de tres hilos, incluida la pieza de aguamarina que ha usado constantemente desde la década de 1990.
Perry estuvo acompañada por el editor en jefe de Vogue británico, Edward Enninful, quien llegó con un llamativo chaleco azul hielo y una corbata de lunares.
El músico australiano Nick Cave lució elegante con un clásico traje negro de tres piezas y mocasines Gucci horsebit.
Los siguientes invitados en llegar fueron líderes mundiales, políticos y miembros del gobierno internacional. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, fue visto desafiando la lluvia en su camino a la Abadía de Westminster. Su esposa, Sophie Grégoire Trudeau, atravesó el clima gris con un vestido de satén en tono rubor con mangas de organza.
El duque y la duquesa de Edimburgo vistieron de acuerdo al código tradicional, estos llegaron con Lady Louise Windsor (derecha) y el conde de Wessex (izquierda) a la Abadía de Westminster. Lady Louise Windsor también recibió el memorando de temporada, con su vestido de alta costura de flores de prado de Suzannah London.
La princesa Ana apareció con un uniforme militar repleto de trenzas doradas para desempeñar su papel de «palo de oro en espera», responsable de la seguridad personal de la monarca. No es ajena a un uniforme militar, Anne es coronel de varios regimientos internacionales.
Durante el evento, la realeza internacional aprovechó el momento para celebrar las prendas tradicionales de su país. El príncipe Akishino y la princesa heredera Kiko de Japón aparecieron con un traje de mañana y un kimono de seda estampado apagado con un cinturón obi, respectivamente.
A menudo anunciada como una de las miembros de la realeza mejor vestidas del mundo, la reina Letizia de España no defraudó, saliendo con un traje rosa de Carolina Herrera personalizado, en tonos amatista, completo con volantes y detalles bordados.
Del mismo modo, Masenate Mahot Seeiso, reina de Lesotho, vista llegando con el rey Letsie III de Lesotho, optó por un llamativo vestido de cachemira azul zafiro con un corpiño escultural con hombros descubiertos.
La legisladora británica Penny Mordaunt, que portó la Espada del Estado durante la ceremonia de coronación, se robó la atención con un llamativo vestido de capa azul verdoso y un sombrero bordados con helechos dorados.
La princesa Beatriz optó por un vestido fucsia con cinturón y una gran diadema bronce. Llegó a la abadía acompañada del príncipe Enrique y de su hermana, la princesa Eugenia, quien está embarazada de su segundo hijo con Jack Brooksbank.
REDACCIÓN: ÁNGELES OCHOA