Un estudio reciente advierte que el consumo habitual de comida rápida perjudica la salud hepática. En particular, incide en la aparición de hígado graso no alcohólico.
Salud. Estudios han demostrado los efectos negativos de la ingesta de comida rápida y como este afecta la salud del hígado, gran parte de los consumidores son conscientes de los efectos que puede tener tanto en el peso corporal como en la salud. Ahora, un estudio reciente advierte de las consecuencias en el hígado.
Asimismo, la investigación determinó que comer comidas rápidas con regularidad eleva el riesgo de desarrollar hígado graso no alcohólico, sobre todo en pacientes con enfermedades subyacentes, como la obesidad y la diabetes.
Un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina Keck, de la Universidad de Carolina del Sur, vinculó el consumo regular de comida rápida con el deterioro de la salud del hígado. En especial, en grupos de alto riesgo, como los pacientes con obesidad y diabetes.
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Del grupo de pacientes encuestados, un 52 % informó consumir alguna comida rápida. De estos, el 29 % consumía una quinta parte o más de calorías diarias con este tipo de comidas. Fue justamente en este último grupo en el que se observó un aumento relevante en los niveles de grasa en el hígado.
La enfermedad de hígado graso no alcohólico (EHGNA) abarca un espectro de afecciones hepáticas vinculadas a los trastornos metabólicos. Su principal característica es un aumento en el contenido de grasa en el hígado en ausencia de una ingesta significativa de alcohol.
Si bien su causa exacta no está establecida, su desarrollo tiene una estrecha relación con el sobrepeso, la obesidad, la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2 y los niveles altos de triglicéridos y colesterol en la sangre.
En algunos pacientes, el exceso de grasa almacenada en las células hepáticas causa esteatohepatitis no alcohólica, que se caracteriza por la inflamación del hígado. Sin un tratamiento oportuno, esto puede progresar hacia enfermedades más graves, como la cirrosis, la insuficiencia hepática y el cáncer de hígado.
La aparición de trastornos hepáticos supone una disminución en la calidad de vida. Y es que el hígado interviene en alrededor de 500 funciones vitales, entre las que se destaca la descomposición y eliminación de toxinas presentes en la sangre, el almacenamiento de nutrientes, la regulación de los niveles de azúcar sanguínea, el proceso de coagulación, entre otros.
De ahí la importancia de adoptar un estilo de vida que mejore su salud y que ayude a la prevención de complicaciones. Para ello, resulta clave mantener un peso corporal saludable, adoptar una buena alimentación y hacer ejercicio físico regular.
REDACCIÓN: NICOLE VARELA
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