China se enfrenta a una posible crisis económica tras las protestas por la política de «COVID cero».
Internacionales. El anuncio de la política «COVID cero» podría traer una crisis en China, ya que ha desatado varias protestas en contra de esta medida, y estás a su vez han desencadenado una crisis económica.
Los cierres y las onerosas restricciones a la circulación han frenado la confianza de los consumidores y el crecimiento económico. En los últimos quince días han inspirado protestas en todo el país, y las tensiones se intensificaron durante el fin de semana; el 27 de noviembre, los jóvenes de las calles de Shanghai rechazaron la perspectiva de los interminables controles y cierres, coreando: “No queremos pruebas de Covid; queremos libertad”.
Los efectos económicos del intento de China de librarse del virus nunca han sido tan claros. El movimiento de personas se ha visto gravemente restringido. Durante la semana del 14 de noviembre, a medida que aumentaban los casos de covirus, el número de vuelos nacionales se redujo en un 45% interanual. Las tres mayores compañías aéreas de China perdieron en conjunto 74.000 millones de yuanes en los primeros nueve meses de 2022.
El tráfico de metro en las diez mayores ciudades de China descendió un 32% interanual, según Macquarie, un banco de inversión australiano. Los ingresos de las taquillas, un indicador de la disposición de la gente a salir de casa, cayeron un 64%. Sólo el 42% de los cines chinos estaban abiertos el 27 de noviembre. Algunos de los cines más grandes han cerrado por completo.
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INVESTIGACIONES DE LAS PROTESTAS
Las autoridades chinas iniciaron investigaciones sobre las personas que habrían participado en las protestas, que iniciaron por las estrictas medidas contra el Covid-19 y se extendieron a llamados a la renuncia del presidente Xi Jinping. China se apresura a desmontar las protestas y a detener a quienes habrían participado en la mayor ola de desobediencia civil desde que el presidente Xi Jinping asumió el poder hace una década.
La Policía inició una serie de pesquisas e interrogatorios y al menos cuatro personas han sido detenidas. Algunos fueron llamados a declarar en estaciones policiales y otros, vía telefónica.“Todos estamos borrando desesperadamente nuestro historial de chat”, dijo uno de los indagados que presenció la protesta de Beijing y se negó a ser identificado.
Aún no está claro cómo las autoridades habrían rastreado a las personas a las que llamaron a declarar ni tampoco se conoce el número exacto de interrogados. Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China se limitó a señalar que los derechos y libertades deben ejercerse “dentro del marco de la ley”.
REDACCIÓN: ALYSSON AGUILAR