Las autoridades locales informaron que se registró un enfrentamiento violento en el que 15 miembros de la fuerza pública resultaron heridos.
Tegucigalpa, Honduras. Alrededor de 300 personas que formaban parte de la caravana de migrantes que partió el sábado 15 de enero de San Pedro Sula, Honduras, fueron detenidas por las autoridades de Guatemala mientras intentaban cruzar de forma irregular a ese país, en busca de mejores condiciones de vida en Estados Unidos.
La primera caravana migrante de 2022 ha quedado obstaculizada en el país centroamericano. El Instituto Nacional de Migración inició una disputa para retornar a sus países de origen a las personas que fueron capturadas.
“La gente está siendo devuelta, todo en orden, humanamente estamos protegiendo nuestras fronteras y la salud de todos los guatemaltecos”, expresó el director general del instituto, Carlos Emilio Morales.
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Asimismo, un aproximado de 800 hondureños y nicaragüenses partieron el pasado sábado, en su mayoría jóvenes con mochilas al hombro y mujeres cargando niños.
Sin embargo, horas más tarde, al llegar al puesto fronterizo de Corinto, Honduras, frente al cruce guatemalteco de Izabel, las fuerzas de seguridad impidieron el paso al grupo de migrantes y se desató un desorden.
Por otra parte, las personas que deseen permanecer en Guatemala deberán presentar un certificado de vacunación contra el Covid-19, así como una prueba con resultados negativos de la propagación del coronavirus.
Decenas de ciudadanos de la caravana señalaron que emprendían el arduo trayecto a pie para escapar de la pobreza y la violencia de sus lugares de origen y lograr el famoso “sueño americano”.
No obstante, muchos de los ciudadanos manifestaron que han sido víctimas de desastres naturales como inundaciones y sequías.
REDACCIÓN: LISBETH VELÁSQUEZ.
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