Autoridades lo han catalogado como «la catástrofe más grande de la historia».
INTERNACIONAL. Decenas de tornados arrasaron en el territorio estadounidense dejando más de 80 personas muertas y un número indeterminado de desaparecidos, además una devastación que se ha llevado por delante poblaciones enteras provocando incontables daños.
El diluvio comenzó en la noche del viernes, atacando con fuerza Arkansas, Illinois, Kentucky, Missouri, Misisipi y Tennessee, conforme al Servicio Nacional de Meteorología (NWS, en inglés), se recibieron informes de 37 tornados en distintos estados.
Según, el presidente Joe Biden ha sido uno de los «uno de los estallidos de tormentas más grandes» de la historia.
Asimismo, en Kentucky se reportaron 70 muertos, muchos de ellos trabajadores de una fábrica de velas, y al menos seis fallecieron en Illinois al ser arrasado un almacén de Amazon que procesaba pedidos de Navidad.
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Alrededor de 100 personas murieron en Kentucky por el paso de una ola de tornados, declaró el sábado el gobernador de ese estado, Andy Beshear, en momentos en que varias regiones de Estados Unidos se están viendo afectadas por dichos fenómenos. pic.twitter.com/S2Gu5LMWbc
— Radio Cadena Voces (@RCVHonduras) December 12, 2021
TORNADOS CATASTRÓFICOS
Una demostración del increíble poder de las tormentas pasó cuando los vientos descarrilaron un tren cerca de Earlington, uno de los 27 vagones del vehículo se elevó casi 70 metros aterrizando en una casa.
El tornado que azotó Mayfield se extendió por tierra a lo largo de más de 200 millas (321 km), y en Kentucky con más de 227 millas (365 km) en total.
En estos estados se registraron escenas similares de edificios destruidos, infraestructura metálica retorcida, vehículos volcados, árboles rotos y ladrillos esparcidos por las calles.
El mandatario Biden prometió toda la asistencia del Gobierno Federal y anunció que planea viajar a las áreas afectadas.
Concluyendo, las autoridades del país continuarán evaluando los daños, y rescatando los cuerpos de las personas muertas, tras ser uno de los fenómenos climáticos más devastadores en la historia reciente de Estados Unidos.
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