Intibucá, Honduras. – Luego que la Secretaría de Seguridad emitiera un comunicado explicando la muerte de Keyla Martínez, y que lo desmintiera el Ministerio Público a través de un informe de la autopsia, donde señala que no fue suicidio, sino homicidio, deja ver lo aplazada que se encuentra esta entidad, manifestó, la directora del Observatorio de la Violencia de la UNAH, Migdonia Ayestas.
Pese a que se le realizó un proceso de depuración del 50 por ciento de los miembros policiales, y de continuar pasando estos hechos, se introduce la duda en la población de que no depuraron las personas correctas o tenían que hacerlo en mayor cantidad.
Asimismo, que el estado ha invertido grandes recursos para la policía nacional, hasta crearon una nueva unidad nombrada “DIDAPOL” para estar más capacitados y que todo esto ha ayudado a reducir el crimen en el país, sin embargo, estos hechos desmontan todo lo antes mencionado, puntualizó Migdonia Ayestas.
Todo esto señala que la campaña de seguridad creada por parte de las autoridades del país, se cae al registrar la muerte de la joven Keyla Patricia Martínez, dentro de una celda de estación policial en La Esperanza, Intibucá.
La directora del observatorio, explicó que la escena del crimen no está clara ya que la joven no portaba un suéter al momento de la detención, sin embargo, le adjuntaron uno, para que ayudara a montar una escena de suicidio creíble, la cual derrumbo el Ministerio Publicó con el informe de la autopsia de la víctima.
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Al encontrar a Martínez intentando quitarse la vida, al momento de sacarla de la celda y llevarla al Hospital Dr. Enrique Aguilar Cerrato, hubieran llamado al amigo de la joven Edgar Velásquez que es de conocimiento público, médico, para realizarle técnicas de resucitación a la estudiante en caso de ser necesario, sin embargo, no lo hicieron ya que sabían lo sucedido.
Porque el hecho de que Martínez haya ingerido alcohol, y no le hayan realizado una prueba para comprobarlo, es un problema ya que no están haciendo lo que corresponde los agentes de seguridad, debido a que el hecho de captura no era porque dos personas del sector salud representaran un peligro que los inclinara a encarcelarlos.
El Estado a través de las instituciones está llamado para garantizar el respeto a los derechos humanos, y en este caso la joven victima en el informe de la autopsia, muestra hematomas, es decir que fue torturada, por consecuencia no existieron sus derechos.
Por otro lado, Ayestas, expuso que, hasta la fecha se contabilizan 26 muertes de mujeres de manera violenta y que por lo general este tipo de casos siempre se quedan en total impunidad en el país.
Por último, expresó que si las autoridades no responden para garantizar la protección del pueblo hondureño, es un Estado totalitario y que seguirá la impunidad en el país.
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Parte de la entrevista realizada en Voces y Contravoces:
https://twitter.com/RCVHonduras/status/1359322753887834112?s=08