“Vamos a hacer lo imposible y ojalá que se convierta en realidad en 2020”, dice a un medio local Nelly Minyersky, histórica voluntaria por la despenalización del aborto en Argentina, con 91 años de edad.
La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito: reclama que tal como lo ha prometido, el Poder Ejecutivo presente en el Parlamento el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, debe avanzar.
“La pandemia congeló la discusión parlamentaria”, explica la socióloga María Pía López, “pero, además, la situación actual está produciendo algo complejo para los movimientos sociales, no pueden protestar a causa del confinamiento para volver a poner los temas en la población.
La situación que se vive en Argentina ha dado lugar a un extenso informe de la organización internacional defensora de los derechos humanos, Human Rights Watch, en el que sostienen que la pandemia vuelve aún más urgente la legalización del aborto.
“La pandemia de COVID-19 y el consecuente confinamiento en los domicilios han sumado nuevos obstáculos que impiden el goce efectivo de derechos sexuales y reproductivos”, atestiguan en su reciente estudio.
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También en ese mismo reporte también señalan, “penalizar el aborto no evita que las personas gestantes interrumpan embarazos no deseados y obliga a muchas mujeres embarazadas que quieren acceder a un aborto a hacerlo por fuera del sistema de salud, en muchas ocasiones, estos abortos se llevan a cabo en condiciones inseguras y peligrosas”.
Según un dato en este mismo informe presentado por la organización internacional defensora de los derechos humanos, Human Rights Watch, se calcula que aproximadamente 500 mil mujeres recurren cada año al aborto clandestino en Argentina.