EEUU.- La administración Trump está organizando un gigantesco proyecto para reducir drásticamente el tiempo necesario para desarrollar una vacuna contra el coronavirus.
El objetivo del proyecto es tener 300 millones de dosis de una vacuna disponibles para enero, según un funcionario de la administración, lo que sería un tiempo récord.
Llamado «Operation Warp Speed», el programa reunirá a compañías farmacéuticas privadas, agencias gubernamentales y militares para tratar de reducir el tiempo de desarrollo de una vacuna en hasta ocho meses, según informa el portal estadounidense Bloomberg.
Los principales asesores médicos del presidente Donald Trump, liderados por el experto en enfermedades infecciosas Anthony Fauci, han dicho en repetidas ocasiones que una vacuna contra el coronavirus no estará lista durante 12 a 18 meses en el mejor de los casos. Hasta entonces, las pautas de la Casa Blanca prevén algunas prácticas de distanciamiento social económicamente perjudiciales que se mantienen incluso cuando EE. UU. comienza a reanudar una vida social y comercial más normal.
El mes pasado, Trump ordenó al Secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, que acelere el desarrollo de una vacuna.
Michael Caputo, portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos, dijo que el presidente se negó a aceptar el calendario para el desarrollo de vacunas estándar y alentó a un proceso revolucionario.
La Operación Warp Speed utilizará los recursos del gobierno para probar rápidamente las vacunas experimentales más prometedoras del mundo en animales, y luego lanzará ensayos clínicos coordinados en humanos para eliminar a los candidatos.
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Las mejores vacunas prospectivas entrarían en ensayos más amplios al mismo tiempo que aumenta la producción en masa.
El proyecto costará miles de millones de dólares, dijo una de las personas. Y casi con certeza resultará en un desperdicio significativo al hacer inoculaciones a escala antes de saber si serán seguras y efectivas, lo que significa que las vacunas que fallan serán inútiles. Pero podría significar tener dosis de vacunas disponibles para el público estadounidense para fines de este año, en lugar de para el próximo verano.
Según la Organización Mundial de la Salud, hay al menos 70 vacunas de coronavirus diferentes en desarrollo por parte de fabricantes de drogas y grupos de investigación.
El grupo también está discutiendo el uso de lo que se conoce como protocolo maestro para probar las vacunas. En lugar de múltiples ensayos clínicos realizados por cada fabricante de medicamentos, compitiendo por pacientes y recursos, el gobierno organizaría un gran ensayo para probar varias vacunas a la vez y avanzar las más prometedoras.