Una ciudad de 10 millones de habitantes en China ha sido puesta en cuarentena, una vez más, ante el surgimiento de un nuevo brote de coronavirus, lo que ha llevado a las autoridades a implementar intensas medidas para evitar su propagación.
Harbin, capital de la provincia de Heilongjiang, fue aislada con el objetivo de contener un nuevo brote de coronavirus. Esta provincia confirmó hasta la fecha 540 casos positivos locales y 385 importados.
Más de 70 personas han resultado infectadas y más de 4,000 están a la espera de los resultados de el laboratorio en Harbin, luego de que las autoridades detectaron un brote que se habría originado por importación de un estudiante que acaba de regresar de Nueva York, Estados Unidos.
Las autoridades de esta ciudad en la provincia de Heilongjiang prohibieron las reuniones públicas y establecieron un sistema de monitoreo, mientras que un equipo sanitario se ha encargado de tomar más de cuatro mil pruebas en toda la ciudad para descartar un nuevo contagio masivo.
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Asimismo, el gobierno ha ordenado a las comunidades monitorear de cerca a los visitantes no locales y a los vehículos que transitan por la ciudad. Fueron instalados filtros sanitarios en el aeropuerto y estaciones de tren, para registrar a todas las personas que entran del exterior.
Los habitantes de Harbin deberán tener un código QR en su teléfono celular, proporcionado por el gobierno, con el que puedan confirmar ante las autoridades sanitarias que no están contagiados, y sigue siendo obligatorio el uso del cubrebocas.