Los carros eléctricos en una tendencia ya establecida en muchas partes del mundo, gran parte de su expansión es el concepto ecológico que hay detrás de ellos, al no usar motores de combustión y optar por energía eléctrica, su ideal es aportar al medio ambiente.
Continuamente surge la duda de si son realmente sostenibles, teniendo en cuenta que de igual forma consumen energía y la autonomía de sus baterías es regularmente cuestionada.
El primer paso para entender la ecología de los autos eléctricos es reconocer las diversas opiniones al respecto. Por un lado, hay quienes los consideran una solución vital para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y abordar el cambio climático.
Además, lo que los hace intrínsecamente más ecológicos.
Leer más: Spotify lanza IA para crear listas de reproducción
Te puede interesar: ¿Cuánto paga YouTube por un video con mil visualizaciones?
Uno de los principales puntos de debate gira en torno a la fabricación de las baterías que alimentan los autos eléctricos. Por un lado, se reconoce que este proceso requiere una cantidad significativa de energía y recursos, y puede generar emisiones y residuos tóxicos.
La extracción de minerales como el cobalto, níquel y litio para fabricar estas baterías puede tener impactos devastadores, como la explotación laboral y la degradación ambiental en regiones como la República Democrática del Congo, uno de los principales países de donde se extraen estos recursos.
Por otro lado, la tecnología de las baterías está evolucionando rápidamente, y se están desarrollando métodos más sostenibles para su fabricación y reciclaje.
Sin embargo, estos avances aún no han eliminado por completo las preocupaciones sobre el impacto ambiental de esta etapa del ciclo de vida de los autos eléctricos.