Los llamados superalimentos son una fuente de nutrientes con innumerables beneficios para la salud. Así se denomina a aquellos ingredientes generalmente de origen vegetal que ofrecen un plus a la alimentación cotidiana y favorecen el buen estado del organismo, es el caso de la moringa, una planta originaria de la India y otras partes del sur de Asia, conocida por sus impresionantes propiedades nutricionales y medicinales.
Con múltiples beneficios antienvejecimiento y para la salud en general, la planta es conocida por su alta concentración de nutrientes esenciales.
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¿Qué es y para qué sirve la moringa?
La moringa oleifera, tal su nombre científico, se trata de una verdadera joya nutricional.
Su árbol, como se dijo, nativo del norte de la India, puede alcanzar los diez a 12 metros de altura, y es fácilmente adaptable a otros lugares con climas tropicales y subtropicales, como Misiones en Argentina y varias regiones de América Central y África.
Usada tradicionalmente en la medicina herbal para tratar una variedad de dolencias, incluyendo problemas digestivos, inflamación, diabetes y enfermedades cardíacas, la moringa tiene además propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que pueden ayudar a proteger contra el daño celular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
El valor nutricional de la moringa
Cultivar moringa en casa es relativamente fácil, ya que es una planta resistente que puede crecer en una amplia variedad de condiciones climáticas y tipos de suelo. Y si bien prefiere climas cálidos y soleados, tolera temperaturas más frías si se protege adecuadamente.
Considerada un superalimento, una de las principales ventajas de esta planta es su alta concentración de nutrientes esenciales.
Las hojas de moringa son una excelente fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes, incluyendo vitamina C, vitamina A, hierro, calcio y potasio.
Para ser específicos, posee 25 veces más hierro que las espinacas, 17 veces más calcio que la leche, 15 veces más potasio que los plátanos y 12 veces más vitamina C que las naranjas. De hecho, es el vegetal más nutritivo descubierto hasta la fecha, ya que de él se aprovecha todo, desde la corteza hasta las hojas.