Como cada 26 de marzo, hoy se conmemora el Día Mundial para la Concientización de la Epilepsia, una enfermedad cerebral crónica no transmisible que afecta a personas de todas las edades. Se presenta en diferentes maneras, desde movimientos bruscos involuntarios del cuerpo hasta períodos de ausencia por unos segundos.
Conocida también como la más común de las enfermedades neurológicas graves, es necesario distinguir entre una crisis aislada y la patología cerebral crónica que se caracteriza por convulsiones recurrentes a consecuencia de una descarga eléctrica excesiva de las neuronas.
De acuerdo la Organización Panamericana de la Salud, la epilepsia no convulsiva tiene características como el cambio en el estado mental. En cambio, la epilepsia convulsiva, presenta movimientos anormales repentinos, que incluyen rigidez y temblores en el cuerpo. Aquel que padezca esta enfermedad puede experimentar estigma, prejuicios y abusos contra los derechos humanos, que pueden ser “peores que las convulsiones mismas”.
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Las crisis epilépticas, en general, comienzan entre los cinco y 20 años, y existe una probabilidad mayor de convulsiones en adultos mayores de 60, sin embargo, esta afección puede aparecer a cualquier edad, ya sea por antecedentes familiares, golpes u otras alteraciones.
Causas y síntomas de la epilepsia
Síndromes y condiciones genéticas
Infección o tumor en el cerebro
Lesión grave en la cabeza
Ataque cerebro vascular o derrame cerebral
Infecciones cerebrales (meningitis, encefalitis o neurocisticercosis)
Algunos síndromes genéticos
Tumores cerebrales