En general, el acondicionamiento físico no se trata solo de sudar, sino de cuatro áreas específicas: resistencia aeróbica, fuerza muscular, flexibilidad y equilibrio, dice. “Tu condición en cada área puede ayudarte a planificar el mejor enfoque al momento de crear tu propio régimen de ejercicios personal”, según el Programa de Vida Saludable de Mayo Clinic.
El acondicionamiento físico aeróbico [o cardiovascular] es uno de los mejores indicadores de la salud a largo plazo y la mortalidad general”, dice Hensrud. “Mientras más alto sea tu nivel aeróbico, más oxígeno, tu corazón y tus músculos podrán utilizar para producir energía”.
Descubre las cinco pruebas:
1- La caminata de una milla
Mide una milla en una carretera plana usando el odómetro de tu auto, o encuentra una pista estándar de un cuarto de milla; cuatro vueltas alrededor de la pista equivalen a una milla.
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2- La evaluación de sentarte y estirar
Coloca una vara de medir en el piso y sostenla en su lugar con un trozo de cinta adhesiva alrededor de la marca de 15 pulgadas. Siéntate en el piso con la vara de medir entre las piernas, colocando las plantas de los pies a la par con la marca de 15 pulgadas. Al extender los brazos, exhala a medida que te mueves hacia adelante suavemente lo más posible, manteniendo la posición durante al menos un segundo. Repite la prueba tres veces y registra la distancia más lejana de las tres.
3- La prueba de flexiones (Para adquirir fuerza en la parte superior del cuerpo)
Hombres: Colócate en la posición de lagartija, separa las manos a lo ancho de los hombros, extiende las piernas y ten la espalda recta. Dobla lentamente los codos hasta que el pecho casi toque el piso y luego empuja hacia arriba. Haz las flexiones que puedas con buena forma y sin descansar.
Mujeres: Haz lo mismo, pero desde una posición de lagartija con las rodillas en el suelo.
4- La prueba de sentadillas (Para adquirir fuerza en la parte inferior del cuerpo)
Párate alrededor de 12 pulgadas frente a una silla con los pies separados al ancho de las caderas y los brazos extendidos delante de ti.
Con esta postura, empuja lentamente las caderas hacia atrás y dobla las rodillas hasta que el trasero casi toque el asiento de la silla. Levántate lentamente. Haz las sentadillas que puedas sin usar los brazos para ayudarte.
5- La prueba de equilibrio en una pierna
Párate descalzo al lado de una pared o encimera. Levanta uno o dos pies del piso para equilibrar en una pierna. Comprueba cuánto tiempo puedes durar antes de tener que volver a bajar el pie o apoyarte. Repite la prueba en la otra pierna. Haz la prueba tres veces con cada pierna; registra el mejor tiempo de los tres intentos.