Dormir la siesta es una práctica beneficiosa para la salud, en especial para la salud cerebral y el desempeño cognitivo, en los últimos años, múltiples estudios revelaron que incorporar períodos cortos de descanso durante el día contribuye a una vida más larga y saludable, a pesar de los desafíos del ritmo acelerado de la vida actual.
La incorporación de la siesta en nuestra rutina diaria se presenta como una solución viable para mitigar los efectos negativos de la privación del sueño. Este breve período de descanso durante el día puede ser fundamental para restaurar la energía y mejorar la concentración.
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¿Cuánto debe durar la siesta ideal?
La respuesta más famosa y extendida a lo largo del mundo dice que la siesta perfecta debe durar 26 minutos.
Esto se debe a una investigación realizada por la NASA y la Junta de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTBS, por sus siglas en inglés) en 1995 que analizó el impacto del cansancio y la fatiga en entornos laborales que demandan alta concentración y precisión. La investigación encontró que una siesta de 26 minutos puede aumentar un 34% el rendimiento y un 54% el estado de alerta.
Un buen sueño le permite al cuerpo revitalizarse, renovarse y reponerse, ayuda a que el sistema inmunitario funcione mejor, y lo mantiene a usted mentalmente alerta.