Muchos de los hondureños libran a diario una dura batalla con las enfermedades mentales. Las frías estadísticas develan un desafiante panorama, que se complica aún más debido a servicios de salud inadecuados e insuficientes para la salud mental de las personas.
A pesar de contar con más de 1,000 centros de salud, 6 hospitales nacionales y 16 regionales, los recursos asignados a la salud mental son mínimo nivel nacional.
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Sólo el 1.75% del presupuesto general que se le otorga a la Secretaría de Salud (Sesal), se asigna a los centros psiquiátricos, dejando apenas un 12% para los otros establecimientos sanitarios.
Es decir, que si la Sesal durante este 2024 contara con un presupuesto de 29,129.8 millones de lempiras, el 12%, es decir 61.1 millones deberán dividirse en más de 1,000 centros hospitalarios.
Urgen más centros asistenciales
La psicóloga María López manifestó que “no sólo los hospitales psiquiátricos necesitan dinero para ayudar a la gente con problemas de la mente. También ocupamos que las comunidades tengan su propia inversión, para que todos puedan conseguir ayuda”.
Indicó que “todos merecen ayuda profesional, porque no importa a dónde vivan o qué problema tengan; el gobierno debe preocuparse por ellos”.
La Región Metropolitana de Salud (RMS), en un informe, señaló que “el acceso a la salud mental en nuestras redes es limitado. Las cifras de enfermedades y afecciones mentales son elevadas y van en incremento año con año”.
La RMS detalla que en el Distrito Central sólo hay “un psicólogo por cada 92,400 habitantes”.
Pero, al leer con detalle el informe, hay cifras que deben preocuparle a las autoridades de Salud y también al gobierno.
De las más de 46,000 atenciones en salud mental que se registraron, la mayoría son por trastornos neuróticos, abusos y violencia doméstica, y también por trastornos de humor.