Los familiares duermen en las aceras alrededor de las instalaciones del principal centro asistencial del país, a la espera de noticias de sus parientes, porque no hay un lugar digno para que pasen la noche.
En la madrugada deben de soportar las bajas temperaturas que se presentan en el país, y se exponen a enfermedades de influenza o a ser víctimas de la inseguridad en la zona.
“Es bien duro, bien difícil, tengo a mi hija de 4 años ingresada y ya tengo un mes de estar sufriendo el hielo de la madrugada”, dijo Jairo Flores.
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El hondureño suplicó a las autoridades que puedan disponer de un lugar donde los parientes de los enfermos hospitalizados pudieran pasar por lo menos la noche.
“Si pudiera haber un local para no estar en la calle, uno puede agarrar una bacteria o se expone a tantas cosas aquí en la calle” reiteró.
Otra hondureña que prefirió no dar su nombre mencionó que es muy triste lo que viven a las afueras del Hospital Escuela, debido a que soportan las bajas temperaturas y se exponen a muchos peligros.
La señora expresó que tiene siete días de estar durmiendo en la calle, ya que su pariente se encuentra interno, por lo que pidió que al menos les permitan estar en una sala sentada y no en la calle.
Asimismo, los parientes que se quejaron de los malos tratos por parte de los guardias de seguridad piden un poco de humildad de parte de ellos.