Sandra Ávila, más conocida como «La Reina del Pacífico», es una ex narcotraficante en la que se inspiró la famosa serie La Reina del Sur, protagonizada por Kate del Castillo.
Aunque su nombre no es muy conocido, su seudónimo le ha dado la vuelta al globo, pero no precisamente por su compromiso con la legalidad.
Pese a que fueron sus padres, María Luisa Beltrán Félix y Alfonso Ávila, una pareja de contrabandistas sinaloenses, quienes le abrieron las puertas del tráfico de drogas, los deseos iniciales de Sandra no eran posicionarse como una de las narcotraficantes más poderosas de México.
El inicio de la Reina del Pacifico
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A la edad de 18 años, y con el objetivo de convertirse en una exitosa periodista se inscribió en la escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), que en ese entonces tenía poco de inaugurada.
Es recordada por sus compañeros como una joven callada, Sandra nunca dejó de robarse las miradas en su paso por la universidad.
¿La razón? Los ostentosos lujos que se daba no podían pasar desapercibidos entre sus futuros colegas.
Joyas y autos de alta gama eran tan solo el comienzo de la fortuna que lograría amasar unos cuantos años después.
Tan glamorosa como intocable, ‘La Reina del Pacífico’ subió rápidamente a la cima del crimen para convertirse en una de las más conocidas narcoleyendas.
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El amor en medio del narcotráfico
En medio del caótico y siempre demandante mundo del tráfico de drogas encontró espacio para el amor en tres ocasiones.
En la primera oportunidad contrajo matrimonio con quien fue comandante de la Policía Judicial Federal de Sinaloa, Luis Fuentes Jiménez.
Mientras que su segunda unión marital se dio con Rodolfo ‘El Zurdo’ López, comandante del Instituto Nacional para el Combate a las Drogas.
Estas dos relaciones amorosas tuvieron un trágico desenlace en común: ambos hombres fueron asesinados y las investigaciones de sus muertes arrojaron nexos con el tráfico de estupefacientes.
Aunque su tercer romance no terminó como los anteriores, si trajo consigo consecuencias que hasta el día de hoy reposan sobre su conciencia.
Fue con el colombiano Juan Diego Espinoza Ramírez, alias ‘El Tigre’, a quien se le adjudica la responsabilidad de transportar al menos 500 toneladas de cocaína entre 1990 y 2004.
De los frutos del amor entre Sandra y Juan Diego nació su único hijo, José Luis Fuentes, quien a la edad de 15 años fue secuestrado.
Con una preocupación latente y un instinto de madre protectora, Sandra pagó un millonario rescate para que su hijo fuese liberado.
Lo que no sabía era que desde ese momento la justicia pondría los ojos sobre ella para investigar más a fondo su fortuna.
Fracaso de ‘La Reina del Pacífico’
No fue hasta el año 2007 que el imperio de la ‘Reina’ se derrumbó completamente. El 28 de febrero fue detenida junto a su pareja, ‘El Tigre’, mientras salían de un lujoso restaurante en Ciudad de México.
Las razones de su captura estuvieron asociadas a la incautación de nueve toneladas de cocaína en un barco en el puerto de Manzanillo.
Aunque los cargos no pudieron probarse en el país centroamericano, la mujer se declaró culpable ante una corte de Miami por asistencia económica a un narcotraficante.
Tras pasar siete años en prisión, Sandra fue liberada en 2015.
A sus 61 años se ha convertido en todo un fenómeno en redes sociales al mostrarse aparentemente tranquila disfrutando de su libertad.
A pesar de su pasado criminal, ha dejado en claro que, en un mundo dominado por hombres, solamente queda una alternativa: consagrarse como ‘Reina’.