Si alguna vez te has sentido como si estuvieras en una película y viendo una película al mismo tiempo mientras soñabas, probablemente hayas experimentado el sueño lúcido. Pero puede que no supieras que se llama así, o cómo puede beneficiar a tu salud y bienestar.
En pocas palabras, un sueño lúcido es aquel en el que la persona sabe que está soñando y puede ejercer cierto control sobre el sueño u observarlo pasivamente mientras es consciente de que se trata de un sueño.
Esto da al soñador la oportunidad de influir potencialmente en su vida onírica (quizá interrumpiendo conscientemente una narración nocturna para reescribir un nuevo desenlace), lo que puede ser especialmente útil para reducir la frecuencia de las pesadillas en quienes las padecen, según una investigación publicada en un número del 2023 de Encephante.
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La investigación también ha descubierto que participar en sueños lúcidos puede ayudar a las personas a reducir la gravedad de su insomnio, junto con los síntomas de ansiedad.
«Algunas personas que sueñan lúcidamente no quieren alterar el sueño: quieren explorar el sueño y ver qué les ofrece», señala Antonio Zadra, profesor de psicología de la Universidad de Montreal (Canadá) y coautor de When Brains Dream. «Es una forma de explorar tu propia mente y de abrir oportunidades para relacionarte con distintas partes de tu psique».
Los sueños lúcidos también tienen valor como entretenimiento, dice Benjamin Baird, neurocientífico cognitivo y profesor de investigación de la Universidad de Texas (Estados Unidos). «Es como tener tu propia forma de realidad virtual».
¿Por qué soñamos?
Aunque la conciencia de los estados oníricos se remonta a siglos atrás, no fue hasta 1913 cuando el psiquiatra holandés Frederik Van Eeden acuñó el término «sueño lúcido», basándose en sus propias experiencias. En las décadas de 1970 y 1980, varios investigadores, entre ellos el psicofisiólogo de Stanford (EE. UU.) Stephen LaBerge, demostraron que el sueño lúcido era un fenómeno que se producía durante el sueño REM, cuando se pedía a los soñadores que movieran los ojos siguiendo patrones distintos cuando se volvían lúcidos durante sus sueños.
Mientras tanto, los practicantes del budismo tibetano creen desde hace tiempo que las personas pueden entrenarse para ser lúcidas mientras sueñan a través de una práctica llamada yoga del sueño.
«Todo el yoga del sueño es sueño lúcido», explica Michael Sheehy, estudioso del budismo tibetano y director de becas del Centro de Ciencias Contemplativas de la Universidad de Virginia (EE. UU.) «La diferencia es que en el yoga del sueño realizas intencionadamente técnicas contemplativas mientras estás en el sueño. Eres consciente de lo que haces mientras sueñas y haces cosas que normalmente no puedes hacer cuando estás despierto.»
Estas acciones intencionadas incluyen conjurar objetos inusuales para que aparezcan en tu sueño, transformar el entorno o la ubicación del sueño, o transformar un objeto en otro, explica.
Después del sueño, «puedes experimentar flexibilidad cognitiva, darte cuenta de la facilidad con que puedes cambiar tus pensamientos y tu forma de pensar o de percibir tus circunstancias. Y puedes imaginar nuevas posibilidades, perspectivas y resultados situacionales», afirma Sheehy.