CURIOSIDADES.- Muchos se refieren a las características de la Luna y al efecto del sobre el ser humano o la naturaleza con mitos.
Además, dudan de una de las grandes hazañas lograda durante la carrera espacial.
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La Luna no es blanca, ni redonda, ni tiene un lado oscuro
Desde la Tierra vemos la Luna y es fácil creer que la es blanca y redonda, como una farola, como un queso, como un balón, como cualquier otra cosa con la que alguna vez haya sido comparada.
Todos los lados de la Luna pasan el mismo tiempo iluminados (lo que se llama el día lunar).
La Luna gira en su eje respecto al Sol, igual que lo hace la Tierra.
Desde la tierra siempre veamos la misma mitad (de hecho, alcanzamos a ver hasta un 59% de ella) y por eso nos dé por pensar que el otro lado siempre está oscuro.
La Luna tampoco es redonda, aunque así lo parezca a nuestra vista.
No solo está un poco achatada por los polos, igual que la Tierra, sino que además el lado que vemos desde aquí es ligeramente más grande el otro, de forma que tiene cierta forma de huevo.
También, la Luna no es blanca, ni brillante, es más bien grisácea y no emite luz propia.
La Luna no hace aullar a los lobos (aunque sí afecta a los animales)
Es uno de los mitos más comunes, que ha dado lugar a leyendas sobrenaturales como la de los hombres lobo que se transforman en las noches de Luna llena.
No existen evidencias de que la luna llena cause efecto especial sobre los animales.
La Luna no está hueca
Es una ciencia ficción que algunos, por diversión o en serio, se plantean como real y que la Luna en realidad es hueca por dentro.
Las mujeres no se ponen de parto con la Luna llena
Es un mito falso que las mujeres que están llegando al término de su embarazo tienen más probabilidades de ponerse de parto las noches de Luna llena.
Estudios han descartado esta supuesta influencia y la explicación de este mito que se encuentra en la tendencia de nuestro cerebro.
De hecho, la Luna y la fertilidad llevan siglos relacionadas en la cultura popular, probablemente porque el ciclo reproductivo de las mujeres dura de media 28 días, igual que los ciclos lunares.