CURIOSIDADES.- Así podría llegar a ser la Tierra en el futuro. Encarnada en la visionaria novela de ciencia ficción del escritor estadounidense Frank Herbert escrita allá por 1965 y ganadora de diversos y prestigiosos premios, el mundo de Dune presenta una perspectiva única sobre cuestiones que se están volviendo cada vez más relevantes en nuestro mundo actual.
Una cruda visión del futuro
El mundo de Dune se centra en el planeta llamado Arrakis, un duro mundo desértico donde el recurso principal es una sustancia conocida como ‘especia’, un narcótico que da a algunos personajes poderes visionarios del futuro. El clima en este planeta es tan hostil que la población se ha adaptado para sobrevivir con un mínimo de agua. El cambio climático, la escasez de agua y la gestión de recursos pavimentan un escenario que nos presenta cómo podría transformarse nuestra preciada Tierra en un escenario devastador para la humanidad.
El planeta Arrakis está gobernado por casas feudales, siendo las más destacadas la Casa Atreides y la Casa Harkonnen. Estas casas compiten por el control de Arrakis y su valorada especia, reflejando el tira y afloja geopolítico por los recursos con el que también encontramos coincidencias en nuestro mundo.
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Paralelismos
En el mundo real, la escasez de agua, la desertificación y el cambio climático se están convirtiendo en problemas cada vez más vitales. Puede que de la misma forma con la que los habitantes de Arrakis se adaptaron a su árido entorno, la humanidad en la Tierra podría necesitar desarrollar nuevas formas de vida para sobrevivir en una Tierra de clima incierto.
La intriga geopolítica en Dune, muy interesante en la historia, también nos sirve como advertencia. A medida que los recursos de nuestro mundo se vuelvan más escasos, la competencia entre naciones podría intensificarse, dando lugar a conflictos que no sabemos muy bien cómo podrían acabar (o quizá sí).
El universo de Dune es considerado un hito en la literatura de ciencia ficción (no solo existe la novela de 1965 sino también cinco secuelas más que completan la saga: El mesías de Dune, Hijos de Dune, Dios emperador de Dune, Herejes de Dune y Casa Capitular Dune, el último publicado dos décadas después de la primera novela). La visión de la novela de un futuro moldeado por desafíos ambientales y políticos es sorprendentemente profética.
La descripción que hace Herbert de una sociedad que se adapta a duras condiciones ambientales y las luchas de poder que se derivan de ello por un recurso escaso y precioso resuena en nuestras cabezas a causa de nuestra creciente preocupación por el cambio climático, entre otros motivos.
Otras películas que exploran una temática similar
Interstellar (2014): dirigida por Christopher Nolan, Interstellar presenta una Tierra futura devastada por tormentas de polvo y pérdidas de cosechas, lo que lleva a una crisis alimentaria mundial. La película enfatiza la necesidad de que la humanidad mire más allá de la Tierra para sobrevivir, explorando nuevas fronteras en el espacio.
Blade Runner 2049 (2017): esta secuela del clásico Blade Runner se sumerge en un futuro distópico donde el colapso ambiental ha llevado a que los alimentos sintéticos sean la norma y donde vastas áreas del planeta son inhabitables debido a la lluvia radiactiva y el clima extremo. Afortunadamente, cuenta también con la presencia del icónico Harrison Ford en el papel de Rick Deckard.
Snowpiercer (2013): una película de Bong Joon-ho que muestra un futuro en el que un experimento fallido sobre el cambio climático conduce a una edad de hielo que ha acabado con casi toda la vida en la Tierra. Los humanos restantes viven en un tren que viaja sin descanso alrededor del mundo.