Honduras, San Pedro Sula.- Dos personas vestidos de militares, encapuchados y con fusiles AK-47 acribillaron a una madre y a sus dos hijos dentro de su casa en la colonia Buena Inversión del sector Rivera Hernández.
Las víctimas corresponden a los nombres de Berta Alicia Alicia Alvarenga de 58 años y sus hijos se llamaban Wilfrendo Alonso Turcios Alvarenga de 37 años y Chady Sonoria Arriaga de 41 años.
Según declaraciones por parte de los familiares, Wilfredo Alonso era taxista, Chady Sonoria y Berta Alicia eran amas de casa, también indicaron que la mamá era prestamista.
Las investigaciones de la Policía establecen que a eso de las 11:55 pm del sábado llegaron dos hombres con pasamontañas, vestidos de militares, con chalecos antibalas y armados de fusiles.
De acuerdo con el informe, las víctimas se encontraban departiendo en una piscina inflable en el patio de su casa y los sujetos comenzaron a disparar desde afuera.
Cuando lograron ingresar a la vivienda abrieron fuego otra vez contra de las tres personas para rematarlas.
En la vivienda estaban tres niños que son hijos de los dos hermanos ultimados y a quienes no los hirieron. Los cuerpos quedaron cerca uno del otro.
En la escena del crimen encontraron una gran cantidad de casquillos de fusil Ak-47 y una nota que decía “Atentamente (el nombre de una persona que supuestamente pertenece a una estructura criminal)” aunque se desconoce quién es esa persona y su supuesta vinculación con el crimen.
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Hipótesis del triple crimen
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Las autoridades de la Policía manejan dos hipótesis sobre el móvil de los asesinatos que están relacionadas con el accionar delictivo de la Mara Salvatrucha y la estructura criminal llamada Los Aguacates que operan en el sector donde ocurrió el crimen.
Indicaron que una de las líneas de investigación es que supuestamente el objetivo principal de los sicarios era el hijo de doña Berta Alicia.
La otra hipótesis es que como la mamá de Wilfredo y Chady era prestamista el crimen puede estar relacionado con la extorsión o que se oponían a que la hora occisa se dedicara a esa actividad que al igual que la venta de droga es controlada por las maras y pandillas.
Los familiares de las víctimas manifestaron que no se explican por qué los mataron porque no tenían problemas con nadie.
Dijeron que las dos mujeres eran amas de casa y Wilfredo Alonso Turcios era taxista.
