CURIOSIDADES. La escritora y periodista colombiana habla de su último libro, “No sé cómo mostrar dónde me duele”. Afirma que vivimos una guerra contra las emociones y que casi todos somos “analfabetos emocionales” y llorar es un mecanismo para expresar nuestras emociones.
Amalia Andrade, desde su casa en Bogotá, durante la entrevista con Infobae Leamos: “Pues ya llevamos mucho tiempo acá viviendo como para que veamos a alguien llorar y le digamos que no llore. En un primer momento es normal porque lo que hay detrás del no llores es: “quiero que estés bien”, pero también hay una incompetencia para sostener el malestar.
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Estamos muy poco capacitados para transitar emociones que no sean placenteras; de ahí la obsesión de nuestra sociedad con la felicidad y el bienestar. Necesitamos poder estar mal, darnos cuenta de que no nos vamos a morir y que de esa manera podemos generar competencias emocionales”.
El último libro de esta escritora, periodista e ilustradora de 36 años, nacida en Cali, Colombia, fue editado por Planeta y es un viaje al mundo de las emociones con todos los sentidos.
Andrade lo define como “una escritura visual”, un recorrido por fotos polaroids, de momentos cotidianos, de ella hoy y cuando era niña, de sus gatos Río y Carmen, del mar; también dibujos, frases, libros, películas, canciones. Recursos que se unen en una serena prosa para intentar hablar sobre emociones, afectos y esas cosas intangibles que nos conforman, para intentar mostrar dónde nos duele.
Y lo logra cuando se mete de lleno en el mundo de doce emociones: tedio, esperanza, tristeza, decepción, emoción fantasma, alegría, sorpresa, celos, amor, resiliencia, envidia y asombro. También cuando ofrece diez inventarios de saberes sobre las emociones, no sólo desde enfoques psicológicos, sociológicos y culturales sino también económicos y políticos.
No sé cómo mostrar dónde me duele llega a las librerías como el resultado de un proceso personal de seis años de terapia y cuatro de lectura de libros y ensayos sobre el estudio de las emociones: desde el psicólogo Robert Plutchik, conocido por haber creado la Rueda de las Emociones, en la que muestra la interrelación de las emociones humanas, hasta Antonio Damásio, uno de los neurocientíficos más influyentes de las últimas décadas, por citar solo parte de la bibliografía consultada.
La salud mental en estado delicado…
– Sí, estamos muy mal. Hay una sobrecarga de información, estamos bombardeados de información. Pero la información en sí misma no sirve para absolutamente nada.
LA FELICIDAD NO ES MEJOR O PEOR QUE LA TRISTEZA Y NUESTRA VIDA NO PUEDE BASARSE EN PERSEGUIR SER FELICES COMO SI FUÉRAMOS HAMSTERS EN UNA RUEDA. LA FELICIDAD ESTÁ EN LA PEQUEÑEZ Y EN LA CONSTANCIA, EN MOMENTOS, BREVES, EN GESTOS, EN TODAS LAS COSAS SIMPLES Y MARAVILLOSAS DE LA VIDA.

Las emociones no son una cosa que haya que GESTIONAR. Las emociones tenemos que sentirlas, entenderlas; nos dan información útil, nos permiten crecer, nos indican a dónde mirar para SANAR. ¿Existe la noción de manejo emocional? Por supuesto. ¿Nací yo con el manejo emocional de un maní? También.
Pero las emociones no son una cosa que se deba controlar hasta tal punto que dejemos de sentirlas. De hecho, reprimir las emociones es mundialmente conocido como la causa de un montón de enfermedades físicas y mentales.