Con la llegada del verano se hace notorio el aumento de la temperatura, así que te compartimos algunas curiosidades sobre el calor.
CURIOSIDADES.– Si lee esto en plena ola de calor, ha de saber que este no existe como tal. La precisión quizás no le aliviará, pero es posible que le haga olvidarla, siquiera por un instante. Estas son algunas características o curiosidades sobre el calor (o la temperatura).
- Curiosamente, el origen de la palabra clima se debe a las subdivisiones que los geógrafos griegos trazaron en sus mapas: los climata. Viene de la palabra griega clima, que significa inclinación, debido a que la duración del día depende de la inclinación con la que se ve el Sol desde cada lugar concreto. De este modo, los climatas se definían como aquellas zonas en las que la duración del día más largo era la misma. Si la palabra clima cambió su significado original fue debido a los comentarios de autores como Estrabón, que asociaban las características de la fauna, flora y los seres humanos a esas bandas a lo largo del ecuador. Así, la tez oscura de los etíopes era debido al ardiente sol del climata tropical y que el pelo rubio de los habitantes del norte era causado por la frialdad del climata ártico.
- Hay días que no nos queda más remedio que salir a la calle. Entonces sentimos ese abrumante calor que derrite las piedras y solemos renegar del Sol. Sin embargo, la culpa no es suya, sino de nuestro planeta. El Sol emite la misma cantidad de luz todos los días del año y lleva haciéndolo durante 6 000 millones de años, pero es la inclinación del eje de rotación de la Tierra la responsable de las estaciones. En verano no hace calor porque estemos más cerca del Sol; de hecho, estamos más lejos que en invierno. Lo que sucede es que la Tierra está inclinada de tal modo que los rayos solares inciden perpendicularmente sobre nuestras cabezas y eso hace subir la temperatura.
- Sabías que a finales del siglo XVIII los científicos creían que el calor era una sustancia sin peso, y, por tanto, indetectable, que pasaba de un cuerpo a otro: el calórico. Esta idea la tenemos tan implantada en nuestro cerebro que nos resulta bastante complicado aceptar lo que realmente es el calor. El calor no es una sustancia, no es una cosa. El calor no es más que un proceso, una forma de transmitir energía de un cuerpo a otro que un efecto claro: aumentar la temperatura del cuerpo en cuestión.
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- Quizá no sepamos exactamente lo que es el calor, pero lo que es indudable es que por su culpa podemos a llegar a sudar. Todo es por culpa de ser animales de sangre caliente. Nuestro metabolismo, las reacciones químicas que hacen funcionar nuestro cuerpo, son muy sensibles a la temperatura y, por tanto, debemos tener un buen mecanismo termorregulador. De ahí que sudemos.
- Sabías también que la mayoría de los mamíferos sudan por la mucosa nasal, por la lengua y la boca. Nosotros lo hacemos distinto. Regulamos la temperatura con cinco millones de glándulas sudoríparas repartidas por la piel, de forma que disipamos el 95% del calor generado por el cuerpo cuando rebasamos la temperatura normal de funcionamiento. El sudor unido al aire exterior produce un efecto refrigerante. Cuanto más seco sea el aire y más rápidamente incida, más refrigera.
- Otro dato a tener en cuenta es el problema de los malos olores. Esto no son producidos por el sudor, es debido a que en esa zona se conjugan el calor y la humedad, dos factores claves para el desarrollo de una importante flora bacteriana. Son estos diminutos huéspedes, que viven, proliferan, mueren y se descomponen en las axilas, los culpables del olor corporal fuerte en verano.
- Un estudio reciente ha llegado a conclusiones tremendamente preocupantes. Un tercio de la población mundial está expuesta a condiciones que propician olas de calor potencialmente mortales. Aún peor: aun reduciendo drásticamente las emisiones que provocan el cambio climático, la mitad de la población las sufrirá a finales de siglo. Si no se tomaran medidas, el porcentaje llegaría hasta el 75%.
- No se puede saber si una ola de calor viene causada directamente por el cambio climático. Pero eso no le resta importancia a este. La comparación es semejante a la del tabaco y el cáncer. Un paciente fumador no sabrá si su tumor en el pulmón ha sido provocado directamente por el tabaco, pero está claro que más le valdría no haber fumado.
- La temperatura máxima registrada en la superficie de la tierra fue de 58 °C. Sucedió en Libia, el 2 de septiembre de 1922.
- Esto es algo que muchos sabemos, pero demás está recordar que, es crucial la hidratación. Aunque nuestro cuerpo ya trabaja en ello: pone en marcha todo un complejo proceso hormonal para concentrar la orina, eliminar los desechos, ajustando en lo posible la pérdida líquida. Pero tiene un límite: no le haga llegar hasta él.
En esta época de calor, donde las temperaturas alcanzan su máximo punto, es necesario cuidarnos, usar protección solar, hidratarse y tener cuidado con el uso de los electrodomésticos en nuestros hogares.
REDACCIÓN: ÁNGELES OCHOA