Durante décadas, en medio de la creciente búsqueda de pistas para hallar pruebas de vida inteligente en nuestro universo, los científicos han teorizado que los extraterrestres podrían utilizar agujeros negros como ordenadores cuánticos. Según la nueva hipótesis, nos estamos fijando en las tecnosignaturas equivocadas.
Curiosidades. Un equipo de investigadores ha propuesto que para encontrar civilizaciones extraterrestres avanzadas hay que pensar como ellos, por lo que sospechan que estos podrían considerar hacer uso de agujeros negros creados artificialmente como ordenadores cuánticos.
La búsqueda tradicional de señales de vida, como hace organizaciones como el Instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI), se centra en detectar radiación electromagnética, como la famosa señal Wow, que fue detectada por un radiotelescopio.
Sin embargo, los físicos Gia Dvali, del Instituto Max Planck, y Zaza Osmanov, de la Universidad Libre de Tiflis, creen que merece la pena considerar la posibilidad de que civilizaciones avanzadas utilicen los agujeros negros como ordenadores cuánticos.
CONTINÚA LEYENDO: Científicos esclarecen el ministerio de la momia “mono sirena” de Japón
PUEDES LEER: ¿Los animales pueden predecir las olas de calor o la lluvia?
En caso de ser correcto, la hipótesis no solo solucionaría la paradoja de Fermi, que cuestiona por qué aún no hemos encontrado vida en otras partes del universo, sino que tendría sentido desde el punto de vista informático, ofreciendo también una explicación a la aparente falta de actividad que vemos cuando observamos el cosmos.
No obstante, la idea no deja de ser, por lo menos de momento, una hipótesis extravagante, aunque añade un elemento más al abanico de posibilidades en la búsqueda de vida inteligente.
En la actualidad, buscamos principalmente mensajes de radio, y ha habido varios intentos de estudiar el cielo para encontrar las llamadas candidatas a esfera de Dyson, megaestructuras construidas alrededor de las estrellas, explicaron los físicos. Por otro lado, el problema es tan complejo que habría que probar todos los canales posibles.
Todo un espectro de tecnosignaturas podría ser mucho más amplio, por ejemplo, la emisión infrarroja u óptica de megaestructuras construidas también alrededor de púlsares, enanas blancas y agujeros negros. Una dirección completamente nueva debe ser la búsqueda de una variabilidad espectral anómala de estas tecnosignaturas, que podría distinguirlas de los objetos astrofísicos normales.
REDACCIÓN: NICOLE VARELA
ADEMÁS: Estos son datos curiosos que desconocías del hipopótamo