Esta ruta de buses rapiditos estuvo paralizada durante más de 10 días debido a la extorsión que sufren los dueños de estas unidades de transporte, el trayecto de viaje corresponde a Cerro Grande-UNAH-La Sosa.
Nacionales. Conductores de rapiditos de la ruta Cerro Grande-UNAH-La Sosa reanudan sus labores tras estar paralizados ya hace varios días a causa de la extorsión en la zona. El cobro del denominado impuesto de guerra es la causa de que varios negocios
Asimismo, los conductores de las unidades de transporte tuvieron que llegar a un acuerdo con los grupos criminales que cobran el impuesto de guerra, para que se les permita trabajar de forma normal.
De forma anónima, los conductores explicaron que están bajo nuevas condiciones de pago para que se reanudaran las labores de la ruta de transporte en la capital del país. Cabe mencionar que el año 2022 hubo múltiples atentados contra los trasportistas por el cobro de extorsión.
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⬇️Conductores de rapiditos de la ruta Cerro Grande-UNAH-La Sosa reanudan sus labores tras estar paralizados ya hace varios días a causa de la extorsión en la zona. pic.twitter.com/EDir2E2lt5
— Radio Cadena Voces (@RCVHonduras) January 20, 2023
Mientras tanto, al igual que esta ruta, varias rutas han permanecido paralizadas en el país a causa del flagelo de la extorsión, así lo asegura la dirigencia del rubro. Caso particular es lo que sucedió con la empresa de transporte Flores, la cual cubría la ruta Tegucigalpa y La Paz, pero que debido a la extorsión tuvo que cerrar.
Cabe mencionar que los agentes de la Dirección Policial Anti-Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (DIPAMPCO), van a acompañar a los conductores en puntos estratégicos, en especial en la terminal de buses de la ruta.
Una de las preocupaciones de los conductores de transporte de esta ruta es que temen por sus vidas, ya que la extorsión se ha cobrado la vida de cientos de transportistas y ayudantes, los pandilleros que realizan el cobro de este flagelo no solo se limitan a matar sino se les paga, además de ello destruyen las unidades de transportes.
Estos cobros tienen el propósito de una cierta seguridad por parte de los pandilleros y un permiso para que operen en las zonas que ellos controlan. El actual problema, para los transportistas, es que varios grupos imponen este pago y ya se convirtió en una problemática insostenible.
REDACCIÓN: NICOLE VARELA
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