Después de estar dos semanas interno en el Hospital Militar, el presidente Juan Orlando Hernández, quien hoy es parte de los hondureños que vencieron al coronavirus, regresó a casa, donde lo espera su esposa Ana, quien también dio positivo, aunque es asintomática.
«Muchos aún creen es un juego, y no es hasta que ven a un familiar infectado o a ellos mismos, que comprenden la gravedad de este asunto. No le deseo esto a nadie, no quisiera que ninguno de mis compatriotas, que ningún ser humano pase por la angustia de estar entre la vida y la muerte como lo pasamos los que nos infectamos» relató Hernández.
Y agregó: “Definitivamente que la visión de la vida cambia cuando se siente que la muerte nos rodea”.
A TRABAJAR POR HONDURAS
Hernández confesó que en este tiempo pensó mucho en su esposa, en sus hijos, en su nieta “Con quien no he podido compartir como quisiera”, y en Gracias, en Río Grande, la aldea en que nació.
“Todos esos recuerdos, ese sentimiento y ese miedo, porque créanme, que hay mucho miedo… Se terminó convirtiendo más en determinación, en valor, en ganas de salir rápido de esa cama para salir a trabajar”, señaló.
El compromiso con mi país es más fuerte que nunca, continuó diciendo, porque hoy la patria necesita de cada uno de sus hijos.
Hernández también dijo que, “por la voluntad de Dios seguiremos trabajando por el país, con un espíritu fortalecido, con objetivos y prioridades claras y por las cuales trabajare incansablemente hasta lograrlas”.
Y concluyó diciendo: “Gracias y a trabajar se ha dicho, desde casa, pero a trabajar. ¡Quién dijo miedo!”.
MIRA: Dramático: Mujer blanca apunta con un arma a madre e hija afroamericanas (Video)