La situación económica y social de Honduras difiere mucho con la de otros países, principalmente con los que tienen recursos que a nosotros nos faltan, aunque en pobreza, tenemos muchas similitudes.
En lo relativo a la pandemia de COVID-19, o coronavirus, el daño ha sido parejo a nivel mundial, con la diferencia de que, los países con mayores recursos, económicos, sanitarios y educativos, han sabido llevar de mejor forma la hasta ahora tragedia del siglo 21.
En nuestro país, al que siempre le han faltado muchas cosas, la pandemia, por diversas razones, no se ha manejado de la mejor forma.
Pero ese es un tema aparte. Lo importante es que, después de casi tres meses de que fueron confirmados los primeros dos contagios con coronavirus, se está iniciando la reactivación económica del país.
La reapertura inteligente de la actividad económica, de manera gradual, es de vital importancia para que, el país, literalmente, no se muera por la inactividad de la maquinaria que lo mueve.
Honduras, de hecho, lleva casi tres meses de estar como un paciente en fase terminal que, por muchas medicinas que le inyecten, recuperarlo será imposible porque su mal no tiene remedio.
Pero a Honduras, que no está en fase terminal, sino con ganas de sacudirse del coronavirus, hay que inyectarle de nuevo esa medicina que no está en ninguna farmacia, sino en la empresa privada y esa clase trabajadora que llevan casi tres meses en confinamiento.
Durante una pandemia como la del COVID-19, cualquier paso en la ruta de la reactivación económica, se debe dar con extremas medidas de seguridad, aunque siempre implique un alto riesgo.
Pero ese riesgo, hay que correrlo entre todos los sectores hondureños, de lo contrario, el país seguiría caminando hacia una paralización y muerte, por pura inactividad.
Con la reapertura económica, cuya fase cero ha iniciado esta semana, y que oficialmente arrancará el próximo lunes, el paciente llamado Honduras comenzará de nuevo a mover su motor con la energía que el sector privado y los trabajadores le inyectarán.
Llena de muchas esperanzas, ver en las ciudades y el campo que ya se están reactivando algunos sectores que llevaban casi tres meses sin recibir ingresos, tiempo que además fue de muchas pérdidas para micros, pequeñas, medianas, incluso grandes empresas, lo mismo que para todas las familias hondureñas.
La fase cero de esta semana, se está centrando en instruir a todos los sectores productivos, principalmente las empresas y los trabajadores, sobre las rigurosas medidas de seguridad que se deben tomar para que la reactivación económica se lleve a cabo sin el riesgo de una mayor propagación del coronavirus.
A manera de ejemplo, si una empresa tiene 20 empleados, su reactivación no iniciará con todo su personal de una sola vez, aunque pueda ir bien protegido, sino que primero volverán quizá con la tercera o cuarta parte, para garantizar el distanciamiento social que demandan los protocolos sanitarios.
Gradualmente, si se van cumpliendo con éxito las medidas sanitarias en cada empresa o institución, el resto del personal se irá incorporando, siempre con todas las medidas de seguridad.
¿Cuáles son las recomendaciones que todos los sectores debemos cumplir para una reactivación económica segura? Muy sencillo, acatar todos los protocolos de bioseguridad para que no se contagien los empresarios con sus empleados, ni contagien a sus clientes.
Las medidas se seguridad, que habrá que cumplir por mucho tiempo, porque el coronavirus ha llegado para quedarse en el país, se deben acatar tanto en casa, antes de entrar y salir, lo mismo que al llegar a las empresas, dentro de ellas y al regresar a casa.
Si todos nos protegemos, la reactivación económica, por muy lenta que vaya, irá mejorando la situación de cada empresa, de cada trabajador, de cada familia hondureña. La apuesta de Radio Cadena Voces es por una reactivación económica segura. Así que todos a cuidarnos y a cuidar a los demás.