La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señaló que todavía «no hay evidencia» de que una persona que se haya recuperado del coronavirus no pueda volver a infectarse.
En ese contexto, advirtió del riesgo de la creación de cualquier tipo de «pasaportes de inmunidad», que permitan a la gente recuperada volver al trabajo y otras actividades en la sociedad. Según un comunicado, esta medida puede facilitar la propagación del virus, ya que existe la posibilidad de que estas personas hagan caso omiso a medidas de precaución para evitar la infección.
«Algunos Gobiernos han sugerido que la detección de anticuerpos del SARS-CoV-2, el virus que causa el Covid-19, podría servir de base para un ‘pasaporte de inmunidad’ o un ‘certificado libre de riesgo’ que permitiría a individuos viajar o volver a trabajar, asumiendo que están protegidos de una reinfección», señaló la OMS.
«Actualmente no hay evidencia de que quienes se hayan recuperado del Covid-19, y tengan anticuerpos, estén protegidos ante una segunda infección», agregó.
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El director general de la (OMS), doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró este 22 de abril que el coronavirus, que ya infectó a más de 2,5 millones de personas y provocó casi 180.000 muertes en todo el mundo, «estará con nosotros durante mucho tiempo».
«No hay duda de que las órdenes para quedarse en casa y otras medidas de distanciamiento físico han suprimido con éxito la transmisión en muchos países. Pero este virus sigue siendo extremadamente peligroso«, declaró durante una rueda de prensa.
En ese contexto, señaló que, según la evidencia preliminar, «la mayor parte de la población mundial sigue siendo susceptible», lo que indica que la pandemia «puede fácilmente volver a crecer».
AQUÍ EL COMUNICADO
24 de abril de 2020
La OMS ha publicado orientaciones sobre el ajuste de las medidas sociales y de salud pública para la próxima fase de la respuesta a COVID-191 . Algunos gobiernos han sugerido que la detección de anticuerpos contra el SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19, podría servir de base para un «pasaporte de inmunidad» o «certificado de ausencia de riesgos» que permitiría a las personas viajar o regresar al trabajo suponiendo que estén protegidas contra una reinfección. Actualmente no hay pruebas de que las personas que se han recuperado de COVID-19 y tienen anticuerpos estén protegidas contra una segunda infección.
La medición de los anticuerpos específicos de COVID-19
El desarrollo de la inmunidad a un patógeno a través de una infección natural es un proceso de varios pasos que normalmente tiene lugar en una o dos semanas. El cuerpo responde a una infección viral inmediatamente con una respuesta innata inespecífica en la que los macrófagos, los neutrófilos y las células dendríticas ralentizan el progreso del virus e incluso pueden evitar que cause síntomas. Esta respuesta inespecífica va seguida de una respuesta adaptativa en la que el cuerpo produce anticuerpos que se unen específicamente al virus. Estos anticuerpos son proteínas llamadas inmunoglobulinas. El cuerpo también produce células T que reconocen y eliminan otras células infectadas con el virus. Esto se llama inmunidad celular. Esta respuesta adaptativa combinada puede eliminar el virus del cuerpo y, si la respuesta es lo suficientemente fuerte, puede evitar el avance a una enfermedad grave o la reinfección por el mismo virus. Este proceso a menudo se mide por la presencia de anticuerpos en la sangre.
La OMS sigue examinando las pruebas sobre las respuestas de los anticuerpos a la infección por el SARS-CoV-2217 . Sin embargo, algunas de esas personas tienen niveles muy bajos de anticuerpos neutralizantes en la sangre , lo que sugiere que la inmunidad celular también puede ser decisiva para la recuperación. Hasta el 24 de abril de 2020, ningún estudio ha evaluado si la presencia de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 confiere inmunidad a la subsiguiente infección por este virus en los seres humanos.
Las pruebas de laboratorio que detectan anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en las personas, incluidas las pruebas rápidas de inmunodiagnóstico, necesitan una mayor validación para determinar su exactitud y fiabilidad. Las pruebas de inmunodiagnóstico inexactas pueden categorizar falsamente a las personas de dos maneras. La primera es que pueden etiquetar falsamente a las personas que han sido infectadas como negativas, y la segunda es que las personas que no han sido infectadas son etiquetadas falsamente como positivas. Ambos errores tienen graves consecuencias y afectarán a los esfuerzos de control. Estas pruebas también deben distinguir con precisión entre las infecciones pasadas por el SARS-CoV-2 y las causadas por el conjunto conocido de seis coronavirus humanos. Cuatro de estos virus causan el resfriado común y circulan ampliamente. Los dos restantes son los virus que causan el Síndrome Respiratorio del Medio Oriente y el Síndrome Respiratorio Agudo Severo. Las personas infectadas por cualquiera de estos virus pueden producir anticuerpos que reaccionan de forma cruzada con los anticuerpos producidos en respuesta a la infección por el SARS-CoV-2.
En la actualidad, muchos países están realizando pruebas para detectar anticuerpos contra el SARS-CoV-2 a nivel de la población o en grupos específicos, como los trabajadores de la salud, los contactos cercanos de casos conocidos o dentro de los hogares21 . Estos estudios proporcionarán datos sobre el porcentaje de personas con anticuerpos COVID-19 detectables, pero la mayoría no están diseñados para determinar si esas personas son inmunes a las infecciones secundarias.
Otras consideraciones
En este punto de la pandemia, no hay suficiente evidencia sobre la efectividad de la inmunidad mediada por anticuerpos para garantizar la exactitud de un «pasaporte de inmunidad» o «certificado de libre de riesgos». Las personas que asumen que son inmunes a una segunda infección porque han recibido un resultado positivo en la prueba pueden ignorar los consejos de salud pública. Por consiguiente, el uso de esos certificados puede aumentar los riesgos de transmisión continua. A medida que se disponga de nuevas pruebas, la OMS actualizará este informe científico.
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