En el corazón de las reconocidas dietas saludables, la dieta mediterránea se destaca por ser rica en frutas y verduras, pero un componente que a menudo no recibe toda la atención que merece es el aceite de oliva extra virgen.
Este tipo de aceite no solo es un pilar en la cocina por su riqueza y sabor, sino que también es considerado una potente medicina natural.
El aceite de oliva extra virgen se obtiene directamente de la fruta del olivo, únicamente mediante procesos mecánicos.
Selina Wang, investigadora de ciencias alimentarias en la Universidad de California Davis, subraya la importancia de los estándares de calidad sensorial que este aceite debe cumplir.
Como no presentar olores ni sabores a moho o rancio, señales de que los compuestos beneficiosos se han degradado.
Los fenoles presentes en el aceite de oliva extra virgen, como los secoiridoides y sus derivados naturales oleocanthal, oleacein, oleuropein aglycone, entre otros, son antioxidantes capaces de proteger las células del cuerpo contra moléculas dañinas.
Además, poseen propiedades antimicrobianas, que los hacen aún más valiosos para la salud.
Lea más: ¿El aceite de Oliva es realmente saludable?
Le puede interesar: Beneficios de la lechuga para la salud
Impacto en condiciones de salud específicas
Mary Flynn, investigadora de nutrición y fundadora de la Olive Oil Health Initiative en la Universidad de Brown, enfatiza que los nutrientes del aceite de oliva extra virgen tienen efectos beneficiosos sobre numerosas condiciones de salud, incluyendo enfermedades cardíacas y diabetes.
Según Flynn, “No hay alimento ni medicina que pueda hacer lo que el aceite de oliva puede hacer”.
Enfermedades Cardíacas: Durante un estudio de diez años con más de 12.000 personas en España, se descubrió que el riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares era la mitad en aquellos que consumían una cucharada y media de aceite de oliva extra virgen diariamente.
Cáncer de Mama: En un estudio donde 4.000 mujeres en España fueron asignadas aleatoriamente a seguir una forma de dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva extra virgen.
Las que consumieron el aceite notificaron las tasas más bajas de cáncer de mama durante el periodo de estudio de cinco años.
Diabetes: Varios ensayos clínicos aleatorizados han documentado la capacidad del aceite para disminuir la glucosa en sangre.
Esto atribuye este efecto a la reducción del daño a las células productoras de insulina en el páncreas.
Deterioro Cognitivo: Investigaciones en ratones y un pequeño ensayo clínico en personas con deterioro cognitivo leve han vinculado el consumo de aceite de oliva extra virgen con la eliminación de algunas placas amiloides y una mejora en la función cognitiva.