Un comando decapitó al jefe de escoltas del alcalde del municipio de San Marcos, Tomás Hernández Palma, ubicado en la Costa Chica de Guerrero, México.
El cuerpo del escolta fue encontrado en la parte trasera de una Bodega Aurrera localizada en la colonia Santa Cruz, en el municipio de la Costa Chica de Guerrero; sobre su pecho, le clavaron un picahielo para sostener una narcomanta; a centímetros encontraron su cabeza sobre un charco de sangre.
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En el mensaje dejado en el cuerpo del occiso se destacó: «ya saben quien, acusa que al jefe de escoltas le pasó eso por una traición» y advirtieron que eso le ocurrirá a «todos los que hagan lo mismo, sea quien sea y del nivel que sea».
Los reportes de las autoridades locales indicaron que el cuerpo de la víctima tenía múltiples impactos de bala y huellas de tortura, además del desprendimiento de la cabeza de su cuerpo.
Testigos en el lugar afirmaron que cerca de las 6:00 de la mañana el cuerpo y la cabeza fueron arrojados desde un auto en el que viajaban varios hombres armados.