El Humane AI Pin es el primer dispositivo de IA de nueva generación que ha salido al mercado prometía convertirse en sustituto de nuestro smartphone, pero nuestras primeras impresiones ya dejaban claro que eso parecía imposible.
Este dispositivo es un interesante esfuerzo a la hora de plantear una alternativa al móvil tradicional, uno que a pesar de sus fallos y limitaciones apunta a un futuro en el que quizás el smartphone no sea el protagonista absoluto de nuestra relación con la tecnología.
Aquí el culpable no es tanto el AI Pin como la tecnología de la que depende, detrás de esas respuestas está GPT-4, el modelo de OpenAI.
Recibir la pregunta, procesarla, generar la contestación y sintetizarla en forma de voz artificial es de por sí complicado, pero al depender de la nube todos los tiempos se ven afectados, todo es más complejo.
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Las críticas que se han visto en los primeros análisis del Humane AI Pin mostraban cómo el producto estaba claramente verde, la interacción por voz es una opción interesante, pero no tanto si el retraso en las respuestas y la precisión de las mismas es mala..
Los modelos de IA son imprecisos, no son precisamente rápidos y dependen hoy por hoy de grandes plataformas en la nube, el Humane AI Pin tiene como gran rival en esta primera hornada al Rabbit R1 que aún está por llegar a los primeros usuarios, pero que también puede verse afectado por algunos de los problemas de su competidor.
La IA necesita tiempo, tiempo para que se desarrollen chips más potentes y mucho más eficientes, y sobre todo para que dichos chips ofrezcan esas opciones en nuestros móviles.