La Policía de Chile investiga el caso de una monja de 80 años que abandonó en una calle de Santiago una maleta que contenía los restos de una amiga que llevaba un año muerta.
El hecho ocurrió el pasado lunes y si bien al principio se especuló sobre la participación del crimen organizado, las pericias hechas por la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) revelaron una gran sorpresa
El cuerpo correspondería a una monja que falleció por una enfermedad hace un año, lo que es materia de investigación, la que vivía con otras dos religiosas residentes de la zona.
El subprefecto de la PDI, Juan Luis Fonseca, señaló a la prensa que “iniciamos los trabajos el día 8 luego que se constituye el equipo de la brigada de homicidios y otros especialistas, haciéndose el trabajo con las osamentas encontradas en el lugar.
Luego se logra la ubicación de esta maleta que fue dejada en una calle de Ñuñoa”, según reza una nota de El Desconcierto.
“La maleta fue dejada por una persona adulta mayor, por lo que se hizo el seguimiento casa a casa para ubicar a dicha persona, encontrándose cerca del hallazgo.
Fonseca reveló también que “la maleta fue dejada durante la madrugada en calle Los Talaveras, luego llega un recolector, la abre, se da cuenta de lo que hay dentro y huye.
Existe un pacto con la fallecida, porque le tenían mucho cariño y vivían en el lugar. El pacto es materia de investigación para el Ministerio Público”.