Cada verano, las luciérnagas toman el cielo nocturno en un espectáculo de bioluminiscencia de otro mundo, emanando tonos eléctricos de verde, amarillo, naranja e incluso azul. La ciencia conoce más de 2000 especies de ellas, cada una con su propio patrón de destellos luminosos y órganos luminosos de formas diferentes.
El brillo de las luciérnagas
Las luciérnagas brillan como parte de su ritual de cortejo con la finalidad de encontrar una pareja específica de su especie en su entorno.
Algunas larvas de luciérnaga brillan para alejar depredadores. Brillan por una reacción llamada luciferina luciferasa.
Las luciérnagas son insectos propios de la noche, populares por la luz que emiten, todas pertenecen a la familia Lampyridae, bajo la que existen más de 220 especies diferentes.
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Para reconocerlas es también oportuno saber cómo son las luciérnagas: tienen cuerpo dorsoventralmente deprimido, similares a los escarabajos, pero de composición más suave, con tres pares de patas, y dos antenas articuladas delgadas.
Por qué brillan las luciérnagas en la oscuridad
Las luciérnagas brillan en la oscuridad como parte del cortejo. Ellas tienen patrones de código particulares para su especie, logrando así encontrar a la pareja con la que tendrán éxito reproductivo. Por ejemplo, pueden emitir una pulsación larga, seguida por dos cortas, y este es el código único para una determinada especie.
El macho emite primero la secuencia de luz y si la hembra lo acepta, le responderá de vuelta en señal de que puede acercarse para comenzar la cópula. Dado que se trata de una estrategia de cortejo, la luz solamente es visible en temporada de reproducción.
Otra razón por la que las luciérnagas pueden brillar es para protección. Esto ocurre en las larvas de muchas especies que tienen la capacidad de brillar. Ellas son normalmente presa de aves que basan su alimentación en su depredación, pero al brillar les alertan de peligro si son consumidas, pues contienen sustancias químicas dañinas para quien las consume.