En la víspera del Viernes Santo, la comunidad cristiana conmemora un momento crucial en la vida de Jesús: el Jueves Santo. Este día, marcado por la solemnidad y la reflexión, nos invita a contemplar la Última Cena, un evento trascendental en la historia del cristianismo.
Durante la celebración del Jueves Santo en Honduras, las iglesias católicas y algunas denominaciones cristianas realizan una liturgia especial conocida como la «Cena del Señor».
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La última cena
Esta liturgia conmemora la Última Cena de Jesús con sus discípulos y la institución de la Eucaristía. Los fieles participan en la adoración y la comunión, recordando el sacrificio de Jesús y renovando su compromiso con la fe cristiana.
Al partir el pan y compartir el vino, Jesús ofreció su cuerpo y su sangre como un símbolo de sacrificio y amor incondicional por la humanidad.
El gesto del lavatorio de pies, realizado por Jesús durante la Última Cena como un acto de humildad y servicio hacia sus discípulos, es especialmente significativo en las celebraciones del Jueves Santo en Honduras.
En algunas iglesias, se lleva a cabo una ceremonia de lavatorio de pies donde el sacerdote lava los pies de doce personas seleccionadas de la comunidad, simbolizando el llamado al servicio y la humildad que Jesús nos dejó como ejemplo.
Así, en este Jueves Santo, renovemos nuestro compromiso de seguir el ejemplo de Jesús, compartiendo la mesa con los demás y sirviendo con humildad y amor.
Que este día nos inspire a vivir de manera más compasiva y generosa, recordando siempre las palabras de Jesús: «Como yo les he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros».