Toda la vida hemos pensado que animales como los leones o los tigres son felinos, pero científicamente hablando, no lo son. El motivo es que el término “felino” tiene un significado diferente en el lenguaje común del que tiene en la ciencia. En realidad, deberíamos referirnos a estos animales como félidos.
¿Qué es un félido y un felino?
Los félidos (Felidae) son una familia de mamíferos carnívoros que se diferencia principalmente por la forma del cráneo, un cuerpo musculoso con extremidades muy flexibles y, especialmente, por el hecho de poseer garras retráctiles, lo que significa que pueden sacarlas cuando las necesitan y ocultarlas dentro de una “vaina” cuando no las usan.
En cambio, los félidos, son una familia de mamíferos placentarios de la orden carnívora. Poseen un cuerpo esbelto, oído agudo, hocico corto y excelente vista. Son los mamíferos cazadores más sigilosos.
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Los félidos se dividen en dos subfamilias, panterinos y felinos.
Lo que les diferencia es, principalmente, una característica de los panterinos que los felinos no tienen: la capacidad de rugir, gracias a que su laringe posee unos tendones elásticos que les permiten emitir este sonido. Además, suelen tener un tamaño mayor y una musculatura más desarrollada, haciéndoles mucho más fuertes. En contraparte, los felinos suelen ser más esbeltos y ágiles.
Los panterinos son, de hecho, la excepción dentro de los félidos, que por lo general tienen una laringe completamente osificada que les priva de la capacidad de rugir. Existen solo 7 especies de panterinos, en comparación con 31 felinos.