Un paseo por el bosque parece agudizar la mente mejor que un paseo urbano por el asfalto, encuentra un nuevo estudio de escáner cerebral.
Las personas que paseaban por una zona boscosa obtuvieron mejores resultados en las pruebas de función cerebral que las que caminaron por un campus médico cargado de asfalto, según los hallazgos.
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Datos mostraron que una caminata por la naturaleza iluminó las regiones del cerebro relacionadas con el control ejecutivo, que influye en la memoria de trabajo, la toma de decisiones, la resolución de problemas y la planificación de una persona, según investigadores.
Para ver cómo una caminata por la naturaleza podría afectar el cerebro, los investigadores reclutaron a 92 participantes y registraron lecturas en cada uno inmediatamente antes y después de una caminata de 40 minutos.
La mitad de los participantes caminaron por una zona boscosa justo al este de una Universidad, y la otra mitad caminó por el campus médico y los estacionamientos.
Ambas rutas cubrieron dos millas, con cantidades similares de desnivel. “Sabemos que el ejercicio también beneficia la atención de los ejecutivos, así que queremos asegurarnos de que ambos grupos tengan cantidades comparables de ejercicio”, planteó la investigadora
Caminata
Antes de la caminata, todos los participantes realizaron un ejercicio cerebral mentalmente agotador, seguido de una tarea para evaluar la atención.
“Comenzamos haciendo que los participantes hagan una tarea cognitiva realmente agotadora en la que cuentan hacia atrás de 1,000 en siete, lo cual es realmente difícil”.