Un nuevo cargamento de fentanilo fue incautado este miércoles en la aduana de Agua Caliente, frontera entre Honduras y Guatemala, informó el secretario de seguridad, Gustavo Sánchez.
Preliminarmente, el funcionario informó que el cargamento de la “droga zombie” decomisado con el apoyo de entes interagenciales de seguridad y defensa.
El pasado 8 de noviembre, Honduras reportó la primera e histórica incautación de fentanilo. El decomiso en esa oportunidad fue de 493 kilogramos o el equivalente a 493 mil dosis.
De esa manera, los especialistas antidroga realizaron la inspección al cargamento de fentanilo incautado en la aduana de Puerto Cortés, que de acuerdo al manifiesto de importación el contenedor provenía de Reino Unido e hizo transbordo en Colombia.
⬇️ Ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, informó que se decomiso otro cargamento de Fentanilo la mañana de este miércoles, en la Aduana de Agua Caliente, frontera entre #Honduras y #Guatemala. pic.twitter.com/UygfoHX0xt
— Radio Cadena Voces (@RCVHonduras) December 13, 2023
De igual manera, se trató del primer decomiso registrado en el país de este potente opioide sintético, que como se sabe, producto de su desvío y uso ilegal, en países como Estados Unidos y México ha generado una crisis sin precedentes en materia de salud y seguridad, respectivamente. Sólo en EE. UU., más de 122 mil personas murieron por el consumo de esta potente droga en 2022.
Cambio de rutas
De acuerdo con versiones de especialistas en criminalidad organizada, la nueva ruta usada para el transporte de este narcótico a los masivos mercados de consumo en Estados Unidos y a los emergentes en América Latina y el Caribe,
En ese sentido, se confirmaría que las mafias decidieron buscar opciones y cambiar las vías marítimas tradicionales: por el océano Pacífico, de China e India a México y Guatemala, y, por el Atlántico, de Turquía y Países Bajos a Guatemala y ahora desde el Reino Unido hacia Honduras.
Asimismo, ofrecido en tabletas o pastillas, polvo y líquido, el fentanilo ha proseguido con su peligrosa, alarmante e incontenible expansión por América Latina y el Caribe en 2023. EE. UU. ubicó en septiembre pasado a México, Guatemala, Colombia y Ecuador como ejes del fenómeno.
Con mayor o menor fuerza, la presencia del opioide ya se detectó también en República Dominicana, Costa Rica, Honduras, Panamá, Venezuela, Chile, Argentina, Brasil y Paraguay, con alerta en El Salvador, Perú y Uruguay.