NACIONALES.- Un macabro plan de venganza fue desarticulado por agentes de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), al decomisar un arsenal que iba a ser usado para ejecutar una matanza de reclusas, en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), en Támara, Distrito Central.
El portavoz de la Junta Interventora de los Centros Penitenciarios, capitán José Antonio Coello, informó que se decomisaron cinco armas de fuego, 261 proyectiles, dos armas de fabricación artesanal, siete cargadores para armas, un “router” y seis teléfonos celulares.
Además, se logró el aseguramiento de 73 mil 932 lempiras en billetes de diferentes denominaciones que iban adheridos con masking-tape y fueron lanzados en un ladrillo por un muro perimetral de la PNFAS.
HUYEN DESCONOCIDOS
El decomiso se realizó cuando policías militares, mediante los dispositivos de seguridad, alertaron sobre la presencia de dos personas extrañas en las cercanías de los muros perimetrales del reclusorio.
Los desconocidos se encontraban lanzando bolsas hacia el módulo número 1, donde guardan prisión las integrantes de una pandilla.
Rápidamente, los custodios y miembros de la PMOP, encargados de dar seguridad al centro carcelario, procedieron a requerir a los sujetos, quienes al ver la presencia militar huyeron con rumbo desconocido.
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MASACRE CARCELARIA
Posteriormente, se procedió a investigar el contenido que había en cada bolsa tirada a la cárcel de mujeres, encontrando una gran cantidad de objetos prohibidos.
Las líneas de investigación apuntan que las armas iban a ser destinadas para cometer actos ilícitos dentro del recinto carcelario.
“Debemos recordar que el pasado 20 de junio fueron asesinadas 46 reclusas”, acción atribuida a una pandilla, por lo que no se descartó que iban dirigidas para sus rivales, detalló el vocero militar.
De igual manera, el dinero en efectivo sería utilizado para sobornar autoridades y que se hicieran de la “vista gorda”, en la masacre a cometerse en los próximos días.
“Es por ello que se procedió al decomiso de toda la evidencia para que las autoridades correspondientes puedan realizar el proceso legal respectivo”.
“Esas armas al interior de la cárcel eran una amenaza para todas las privadas de libertad y se supone que iban dirigidas para cometer una reyerta o amotinamiento e, incluso, un atentado para otras reclusas como venganza”, reiteró.
Redacción: JT