En busca de la recuperación de la gobernabilidad en el sistema carcelario, se realizó un operativo en la penitenciaría ceibeña donde decomisaron objetos ilegales y estupefacientes.
NACIONALES.– En una requisa realizada en el centro penitenciario ubicado en el barrio Inglés de La Ceiba, se logró el decomiso de varios objetos ilegales y una considerable cantidad de estupefacientes.
La revisión resultó en el decomiso de varios objetos ilegales y una considerable cantidad de estupefacientes. La actividad fue llevada a cabo por funcionarios de la Dirección Nacional de Prevención y Seguridad Comunitaria (DNPSC), la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (DIPAMPCO) y la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), en colaboración con la Unidad Departamental de la Policía (UDEP-1).
El objetivo principal de esta requisa era descartar la existencia de sustancias prohibidas y otros objetos ilícitos dentro del Centro de Privación de Libertad de Personas Adultas en Conflicto con la Ley. Como resultado de esta exhaustiva labor, se encontraron diversos objetos peligrosos en posesión de los reclusos, tales como tijeras, limas, alambres y cucharas modificadas con puntas afiladas. Además, se decomisaron 13 teléfonos celulares, 311 envoltorios de supuesta marihuana, 03 bolsas medianas de presunta droga y 30 envoltorios de supuesta droga crack.
Durante las minuciosas inspecciones llevadas a cabo en las celdas marcadas con los números 18, 19, 27 y 29, se encontraron siete puntas de cocaína, un router, 12 objetos corto punzantes, cinco cuchillos, seis cargadores de teléfonos celulares y una pipa artesanal. Estos objetos ilícitos estaban ocultos debajo de colchones y entre otros artículos, revelando los esfuerzos de los reclusos por mantener su posesión en secreto.
Las autoridades policiales advierten que la tenencia de estos objetos dentro de los centros penales puede dar lugar a diversos problemas, como peleas entre los reclusos o su utilización para cometer actos violentos. Por lo tanto, estas confiscaciones representan un paso importante para mantener el orden y la seguridad dentro de las instalaciones penitenciarias.
Todas las evidencias recolectadas fueron retiradas y trasladadas a la bodega de la Policía Judicial, donde permanecen bajo cadena de custodia. Estos hallazgos proporcionan pruebas sustanciales que pueden ser utilizadas en futuros procesos judiciales contra los responsables de introducir y poseer ilegalmente dichos objetos y sustancias dentro del centro penitenciario.