La alteración de los ciclos circadianos impacta en los procesos fisiológicos del cuerpo que actúan ante el avance de varias patologías, entre ellas los tumores. Por eso, equilibrar el cronómetro interno disminuye el riesgo de enfermarse.
SALUD.- El reloj biológico de los seres humanos es el “marcapasos” que regula los procesos fisiológicos del organismo. Entre estas funciones se destacan los latidos del corazón, la presión arterial, la respiración y la actividad reproductiva. Nuestro cronómetro interno coordina las funciones críticas como los patrones de sueño, los niveles hormonales, la temperatura corporal y el metabolismo.
Los ritmos circadianos son oscilaciones biológicas que se repiten con un ciclo de aproximadamente un día y responden principalmente a la luz y la oscuridad en el ambiente. Todos los animales incluidos los seres humanos y las plantas muestran algún tipo de variación rítmica fisiológica (tasa metabólica, producción de calor, floración, etcétera) que suele estar asociada a los ritmos circadinanos.
Los ciclos circadianos alterados se asocian con trastornos de sueño como el insomnio, además de enfermedades como la obesidad, la diabetes, la depresión y el trastorno afectivo estacional. Estas alteraciones también afectan el funcionamiento del sistema inmune, las defensas de nuestro cuerpo ante el ataque de virus, bacterias y de diversas patologías, como el cáncer.
En ese sentido, una serie de estudios científicos recientes, analizó cuál es el impacto de los ciclos del reloj biológico en el desarrollo y el tratamientode distintos tipos de cáncer.
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Un estudio publicado en Trends in Cell Biology en marzo de este año analizó cómo los ritmos circadianos afectan las funciones celulares involucradas en la formación y progresión de los tumores. Según la investigación, debido a que nuestro reloj biológico gobierna los tiempos del organismo y delimita algunos aspectos esenciales, como el sueño y la vigilia, también puede afectar el desarrollo, diagnóstico y tratamiento del cáncer.
Investigadores del Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH) de Zurich describieron cómo los ritmos circadianos impactan en la progresión de un tumor y detallaron cómo sería posible mejorar las terapias si se consideraran los horarios en que los pacientes se someten a pruebas de cáncer y los momentos en que reciben terapias para mejorar el éxito del tratamiento.
“A pesar de los avances en el descubrimiento de vulnerabilidades, la identificación de biomarcadores y el desarrollo de tratamientos más eficientes, el cáncer sigue siendo una amenaza debido a su capacidad de progresar mientras adquiere resistencia a la terapia. El ritmo circadiano gobierna la mayoría de las funciones celulares implicadas en la progresión del cáncer, por tanto, abre nuevas direcciones prometedoras en la lucha contra la metástasis”, explicaron los especialistas en su documento.
“La formación de metástasis basada en el ritmo circadiano debe verse como una oportunidad para intervenir de la manera más oportuna y efectiva. La cronoterapia promete ser una valiosa opción de tratamiento alternativo en la lucha contra el cáncer”, indicó Nicola Aceto, uno de los autores principales de la investigación.
Los científicos suizos señalaron que la vinculación de los ritmos circadianos a las terapias oncológicas, puede reducir la gravedad de los efectos secundarios experimentados por los pacientes y también puede afectar la eficacia del tratamiento. Por ejemplo, los autores citaron un estudio reciente en el que los pacientes con melanoma que recibieron medicamentos inmunoterapéuticos antes de las 4:30 p.m. tenían casi el doble de probabilidades de sobrevivir que los pacientes que recibieron el tratamiento más tarde ese mismo día.