Las cábalas no pueden faltar en un mundial, eso lo ha demostrado los seguidores de la selección de Argentina en este mundial de Qatar 2022.
Deportes. Con el Mundial de Fútbol aparecen, como nunca antes, las cábalas, el fútbol entre la hinchada, además de despertar las más fuertes pasiones, está asociado a rituales supersticiosos. Y es un fenómeno muy serio.
Poco antes de que arrancara esta cita mundialista, la estadounidense P&G, en conjunto con el Instituto Ipsos Group S.A., con sede en París, Francia, realizaron un estudio en varios países para recopilar datos sobre hábitos, comportamientos y creencias de los aficionados. Argentina resultó ser el país más cabulero de Latinoamérica.
La palabra “cábala” tiene origen hebreo. Significa “recibir” y es una invocación a la suerte que supone acudir a un ritual particular. También es una manera de atarse a la esperanza.
Una de las cábalas más tradicionales y comunes del fútbol es la de observar los partidos en el mismo sitio, en el mismo puesto (sentado o de pie) y rodeados de las mismas personas. Otra muy conocida —y quizá no muy higiénica— es no lavar la camiseta mientras dure el Mundial.
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En pleno juego aparecen un par de rituales clásicos. Para atraer la buena suerte a la hora en que al equipo le toca patear un penal, un tiro de esquina o un tiro libre, el hincha cruza los dedos y el del medio y apunta a la pantalla del televisor o, de estar en el estadio, hacia el jugador. Si, por el contrario, quien ejecuta es el equipo contrario, se hacen cuernitos con las dos manos para que falle el rival.
También, son famosas las adoptadas por el equipo argentino, Campeón del Mundial en México 1986. Eran tantas, que su director técnico, Carlos Salvador Bilardo, solía justificar los rituales alegando que “no hay cábalas, son costumbres”.
Las más célebres están asociadas al ómnibus que usaban durante la competencia. Cada miembro del equipo, liderado por Diego Armando Maradona, tenía que sentarse en el mismo puesto. En el trayecto del hotel a los diferentes estadios tenían que escuchar siempre las tres mismas canciones y en el mismo orden: «Total eclipse of the heart» de Bonnie Tyler, «Eye of the Tiger» de Survivor (Rocky III) y «Gigante chiquito» de Sergio Denis. Es más, el tercer tema debía terminar en el instante que el transporte llegaba a su destino.
REDACCIÓN: ALYSSON AGUILAR
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