Ese detalle aparentemente insignificante, de que te hayas amarrado el cordón justo en ese momento y en ese lugar, desató una serie de sucesos muy distintos a los que todos se esperaban.
Curiosidades. El efecto mariposa y la teoría del caos son dos conceptos que van de la mano y que están ligadas una con otra; ambos están presentes en nuestra vida diaria, nos ayudan a entender cómo funciona el universo y sirven como principio básico para desarrollar nuevas tecnologías y aplicaciones en varias áreas del conocimiento.
Esta teoría indica que todas las cosas están conectadas y que las cosas más pequeñas pueden provocar grandes impactos; se ilustra con la imagen del aleteo de una mariposa en Brasil que podría provocar un tornado en Texas, obviamente, esto no puede ocurrir, pero es una buena aproximación a la idea de los pequeños eventos pueden actuar como catalizadores de algo más grande.
Esta es precisamente su aplicación en psicología; el efecto mariposa y la teoría del caos vienen a decir que cualquier cosa que hagamos, por insignificante que sea, podrá tener consecuencias en el futuro.
Sin embargo, ese futuro es incierto, por lo que no debemos actuar pensando en las recompensas o fatalidades que podrían acarrear nuestras acciones, sino centrarnos en el presente con la mayor atención y tratar de hacer las cosas bien.
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TEORIAS EN NUESTRA VIDA COTIDIANA
En la vida diaria, la Teoría del caos «nos sirve para conocer los límites de nuestro conocimiento», dice Paul Halpern, profesor de física en la Universidad de las Ciencias en Filadelfia, Estados Unidos.
Vivimos rodeados de caos. Afecta a la biología, a la meteorología, incluso, a la medicina, a la psiquiatría y a la psicología. Por tanto, debemos estar preparados para cualquier cosa que pueda pasar, sin estar obsesionados en los cambios que pueden suceder en nuestras vidas.
El efecto mariposa y la teoría del caos también nos enseñan a ser constantes y persistentes. Toma la frase de Ovidio como ejemplo: ‘El agua que gotea ahueca la piedra, no por su fuerza, sino por su persistencia’, por tanto, cada día hay que esforzarse un poco más en conseguir aquello que nos hemos propuesto. Aunque se trate de un objetivo que apenas podamos tocar, con constancia y trabajo diario podemos llegar a lograrlo.
También tenemos que tener en cuenta que, debido a que la vida es tan impredecible, nunca podremos, como decíamos, saber qué sucederá en el futuro. Pero sí podemos hacer buenas acciones para que tengan un efecto positivo a largo plazo.
REDACCIÓN: ALYSSON AGUILAR
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