Estados Unidos ha superado las 2,000 muertes diarias por coronavirus, por dos jornadas consecutivas a medida que el invierno se va asentando en el hemisferio norte, lo cual ha aumentado la presión en los hospitales que ya han desbordado.
Según datos oficiales el día de ayer se alcanzo el segundo nivel más ato de muertes por COVID-19 con 2,811 decesos. También se informó acerca de 200,000 nuevos casos en el país y hospitalizaciones de hasta 100,000 pacientes.
El director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el doctor Robert Redfiel, advirtió que diciembre, enero y febrero serán los meses más difíciles en la historia de la salud pública de esta nación.
“Las precauciones sobre la mortalidad son reales y creo que, lamentablemente, antes de febrero, podríamos tener cerca de 450,000 estadounidenses muertos a causa de este virus” declaró Redfield.
Tras el aumento de contagios en el país, los hospitales se están llenado con pacientes con COVID-19 lo que ha reducido la capacidad de atención a las personas que necesitan tratamiento por otras enfermedades.
El doctor comentó que el 90% de los centros de salud del país estaban en áreas designadas como “zonas de grave riesgo” por el coronavirus.
Reino Unido anunció que la semana que vine se iniciara la administración de la vacuna Pfizer para el COVID-19 lo cual da señal que las autoridades estadounidenses pronto iniciar con dicha acción.
Los expresidentes de Estados Unidos, Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton se ofrecieron como voluntarios para recibir la vacuna contra el virus en televisión nacional, con el fin de demostrar la seguridad de la misma.
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