El Parlamento peruano destituyó este lunes al presidente, Martín Vizcarra ya que la mayoría de congresistas votaron a favor de la “vacancia presidencial” para luchar contra la corrupción.
Esto surge tras que el mandatario es investigado por la Fiscalía por la supuesta recepción de sobornos, en 2013 y 2014, de empresas contratistas del Gobierno Regional de Moquegua cuando él se desempeñaba como gobernador de esa región. El mandatario ha negado las imputaciones.
De acuerdo con la Constitución, se requerían 87 votos para destituir al jefe de Estado -dos tercios de la representación- y la iniciativa superó con creces ese umbral al alcanzar las 105 adhesiones, 19 votos en contra y cuatro abstenciones. También varios miembros y líderes de los grupos políticos que promovieron desde septiembre la remoción de Vizcarra están investigados por lavado de activos, corrupción y otros delitos, pero este lunes se han sumado otros partidos que no enfrentan tales acusaciones, como el Frente Popular Agrícola del Perú y algunos parlamentarios del izquierdista Frente Amplio.
Minutos después de la decisión del Congreso, ha habido un bocinazo y cacerolazo en el distrito de clase media de Jesus María, en Lima, y el líder del Partido Morado, Julio Guzmán, cuya bancada votó en contra de la destitución de Vizcarra, ha llamado a manifestarse en la Plaza San Martín, una de las principales de la capital.
El martes asumirá como presidente de transición el jefe del Parlamento, Manuel Merino, de Acción Popular, un político que tuvo un rol crucial en la primera moción para destituirlo en septiembre, pues permitió a un congresista -sobre quien pesan acusaciones constitucionales- difundiera en un pleno del Congreso audios de conversaciones del presidente y su entorno sobre la contratación irregular de un amigo de Vizcarra como consultor del Ministerio de Cultura.
La propuesta de destitución del presidente fue presentada el 20 de octubre por 27 congresistas después de que la prensa publicara testimonios de personas que quieren colaborar con la Fiscalía sobre el supuesto pago de sobornos a Vizcarra por parte de la constructora Obrainsa y su socia italiana Astaldi, a cambio de la adjudicación de una obra de irrigación llamada Lomas de Ilo. Según pruebas entregadas por la acusación, el monto ascendía a unos 281.000 dólares.
La figura de la moción de censura, llamada vacancia presidencial, por “permanente incapacidad moral” está prevista en la Constitución de 1993, aunque no existe una definición precisa de dicha condición. La primera vez que se usó para destituir a un mandatario fue contra Alberto Fujimori en el año 2000. Este renunció a la presidencia por fax desde Brunéi cuando surgieron vídeos de la corrupción de su Gobierno. En la práctica, si los congresistas obtienen 87 votos, pueden destituir al presidente si se ponen de acuerdo en echarlo.
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Cabe mencionar que esta la destitución de hoy, era el segundo intento del Parlamento tras pasar casi dos meses de una primera moción para retirarlo por “incapacidad moral permanente”.
En septiembre, cuando el Congreso planteó la primera moción para retirar a Vizcarra, el Ejecutivo presentó ante Tribunal Constitucional una “demanda de competencia” para que los magistrados indicaran cómo debe interpretarse la causal de “incapacidad moral permanente”. El Constitucional admitió la demanda, solicitó al Congreso su versión sobre la cuestión, pero este poder del Estado no respondió.
Por ello hasta ahora el Tribunal Constitucional no ha precisado qué situaciones o hechos encajan en la definición de incapacidad moral permanente.